También responde a la voluntad de Solbes de que las balanzas fiscales sean publicadas en ámbito universitario
Muy divertido. Resulta que Solbes dijo este jueves que la paga de los 400 euros estaba vinculada a procesos electorales. Vamos, que el vicepresidente le tachaba a su jefe de electoralista. ¿Comparte el Gobierno el criterio del vicepresidente?, le pregunta a De la Vega Hispanidad. La vicepresidenta hace ejercicio de cintura y llega a afirmar que Solbes lo único que dijo es señalar cuándo se había producido el anuncio. Las cámaras estaban cerradas y nos comprometimos a aprobarlo al principio de la legislatura; es lo que hemos hecho. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Más. Solbes dijo que puesto que las balanzas fiscales era un mero ejercicio de transparencia y académico, conminaba a la universidad a que realizara este estudio. De la Vega tiene que volver a hacer ejercicio de cintura. En su opinión, es verdad que al haber dos metodologías, puede dar lugar a un cacao académico. Pero concluye con firmeza: El Gobierno cumplirá con su compromiso. No había dicho lo contrario Solbes, aunque el vicepresidente lo dijo con la boca más pequeña que de costumbre.
Por último, Solbes advirtió que con los 400 euros se había acabado el margen de políticas discrecionales. ¿Significa eso que no habrá más medidas? Lo que quiso decir Solbes es que puesto que la medida de los 400 euros es ya de por sí muy fuerte, junto a otras aprobadas por el Gobierno, no hay nada en nuestro programa que no haya sido calculado por nuestro vicepresidente económico. Y de postre, una palmadita en la espalda. Tenemos una gran garantía que se llama Solbes.
Los periodistas sin embargo insistimos: ¿y si fuera necesario tomar nuevas medidas? ¿Por ejemplo, ampliar los préstamos del ICO? De la Vega insiste en que a día de hoy lo que hay que hacer es poner en marcha las medidas aprobadas. ¿Después? Dios dirá. Bueno, eso no lo dijo, porque es laicista. Pero esa es la idea.