Movidito jueves en Madrid. Consejo de Gobierno de la Comunidad, Pleno del Ayuntamiento de Madrid y Consejo de Administración de despedida de Miguel Blesa en Caja Madrid y toma de posesión como presidente de Rodrigo Rato. Todo está relacionado.
En cualquier caso, Rato entra sin director general y sin responsable de comunicación, y tendrá que afrontar, a toda velocidad, la delicada herencia que le deja Miguel Blesa, con una mora en máximos y con casas que no admiten mucha demora.
En la City dicen que Caja Madrid lleva cinco años metiéndose en todos los charcos y que la llegada de la crisis le ha constipado.
Por ejemplo, Rato tendrá que afrontar la deuda de PRISA con Caja Madrid, el caso SOS, los casos de capital riesgo y los préstamos a inmobiliarias (Caja Madrid en todas las grandes operaciones).
Y lo más urgente: qué solución darle a los 26,5 millones de euros que le debe Marsans, es decir, Gonzalo Pascual y su socio, el presidente de la Patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Debería ponerse duro pero si lo hace es posible que Rato se sitúe frente a Botín, que ha decidido, nadie sabe por qué, salvar a Marsans.