La batalla por la eléctrica ha distanciado para muchos años a la City madrileña del cinturón industrial barcelonés. El catalanismo, que no nacionalismo, financiero abandona la primera eléctrica española, harto de los patriotas de Madrid. Los alemanes se frotan las manos: ya no piensan ni en 40 ni en 38, sino en aproximarse todo lo que puedan a 35 euros. En Caja Madrid niegan que Rajoy y Aguirre le hayan pedido a Miguel Blesa que la entidad continúe en Endesa. Si Caja Madrid opta por vender, Acciona también lo hará. Pizarro asegura en privado que se marchará a su casa en cuanto termine la OPA, para que nadie pueda acusarle de trabajar para los alemanes, a los que él llamó. De postre, la justicia y los reguladores españoles, a la altura del betún.
Veamos el calendario de la madre de todas las opas. El próximo jueves 1 el Consejo de Administración de Gas Natural decidirá, casi con toda seguridad, retirarse de la OPA, lo que quitará presión a los alemanes de E.ON, que, una vez rechazados los 4 euros, ya no piensan ni en 40, ni tampoco en 38, sino en una cifra lo más próximo a los 35 euros, a pesar de que el mercados continúan coqueteando con los 39 euros.
Parece tonto que GN se retire ahora, en vísperas de la puja, dado que la compañía ya ha pagado su coste de imagen y 16 meses de costes financieros y de asesoría. Sin embargo, presentar una puja perdedora es algo que no apetece a nadie.
Pero, antes de nada, el calendario. El viernes 2 de febrero, los postores, probablemente sólo E.ON, deberán entregar su sobre en la CNMV, que tiene 24 horas hábiles para hacerlos públicos. En otras palabras, el lunes 5 de marzo, antes de las 18 horas, sabremos cuánto ofrece la compañía germana. Recordemos que el plazo de 45 días hábiles del periodo de suscripción de acciones ya comenzó el pasado día 26, cuando se aprobó la OPA de E.ON. Es decir, que duraría hasta el 30 de marzo.
Ahora bien, a partir del 6 de febrero Endesa tiene 6 días para reunir a su Consejo de Administración quien debe juzgar el precio ofertado. Al equipo que lidera Manuel Pizarro le queda una segunda tarea: convocar una Junta Extraordinaria de Accionistas para levantar los blindajes, es decir, la prohibición de que ningún accionista disponga de más del 10% de los votos, dado que E.ON exige que se levante esa condición.
Ahora bien, para convocar una Junta se precisa un mínimo de un mes, por lo que lo lógico es que Manuel Pizarro solicite a Manuel Conthe que alargue el periodo de suscripción, que en principio termina el 26 de febrero, hasta el plazo límite, el precitado 30 de marzo.
Mientras se desarrolla ese proceso se sabrá qué hacen Acciona (22% del capital) y Caja Madrid (9,3%). De entrada, hay que decir que en Caja Madrid niegan la información del diario Cinco Días de que el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aquirre, hayan pedido al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que la entidad financiera continúe en el accionariado. A Hispanidad no le consta reunión alguna, pero sí que Aguirre ha escuchado el plan de José Manuel Entrecanales con gran atención y que ya está convencida de que no es un plan del PSOE, de que merece la pena reparar en ello. Es más, como ha informado reiteradamente Hispanidad, Aguirre está enfadada con Miguel Blesa, empeñado en ningunearla y en reportar políticamente a José Maria Aznar. De ahí que tanto Rodrigo Rato como Aguirre no desechen la idea de forzar cambios en la Presidencia de Caja Madrid tras las elecciones autonómicas. En cualquier caso, aunque E.ON se aproveche de las divisiones entre españoles para pagar menos por Endesa, cualquier oferta será buena para Caja Madrid, cuyo primer paquete de acciones de Endesa se compró a 10 euros y el otro a 16.
En resumen, el 31 de marzo se sabrá quien es el ganador y todos podremos marcharnos de vacaciones de Semana Santa. A partir de ahí, Manuel Pizarro tiene previsto abandonar su cargo, para que no se pueda decir que ha buscado a E.ON para que Wulf Bernotat le mantenga en el sillón.
¿Significa todo esto que E.ON haya ganado ya? No, porque todo depende ahora de Acciona. De hecho, a día de hoy Acciona insiste en que si quieren que venda, los germanos tendrán que llegar a los 45 euros por título. Eso sí, si en el periodo de suscripción los Entrecanales comprueban que E.ON va a tomar el control, venderán al precio que sea. Todo, por tanto, empuja a la empresa de Düsserdorf a quedarse con una Endesa a precio de saldo, al menos para las expectativas creadas.
Lo que está claro es que a los alemanes se las están poniendo como a Fernando VII. Es la España cainita, la de antes un alemán que un catalán. Y, termine como termine la batalla de Endesa, tras 18 meses de refriega, el resultado será el mayor distanciamiento de toda la etapa democrática entre Madrid y Barcelona, entre la City capitalina y el complejo industrial catalán. En el entorno Caixa ya se habla de los patriotas de Madrid, en referencia a Manuel Pizarro y al equipo directivo de Endesa, quienes para librarse del catalán se buscaron a un alemán. Un gesto que podría resultar ocioso, dado que los alemanes practican siempre la política de tierra quemada: no se entiende una empresa alemana sin mandos alemanes, con permiso de Superlópez.
Por cierto, cuánto tardará E.ON en comenzar a trocear Endesa para poder pagar el endeudamiento en el que se ha metido. Eso sí, si finalmente se hace con Endesa, a partir de ahora, en Europa habrá dos super-eléctricas y luego todas las demás: la francesa EDF y la alemana E.ON. No sólo eso, sino que la empresa alemana tendrá el cuasi monopolio del gas ruso para Europa, justo en el momento en que nace la OPEP del gas.
Y otro efecto del cainismo hispano : la justicia y los reguladores empresariales españoles (CNE y CNMV, principalmente) han quedado a la altura del betún con la batalla de Endesa, mientras la Comisión Europea ha aprovechado para hacer sangre con la Administración española, hasta unos límites que no se entenderán ni en el caso de Chipre. El Gobierno español manda en Bruselas menos que un gitano en un juzgado.
Cosas de la España cainita.