Hablamos de la eminencia económica Javier Bardem (en la imagen), el malo de James Bond, es decir, el ídolo de los revolucionarios, quien, durante la presentación de Skyfall, aprovechó para recordarnos que "los malvados de hoy son los que rescatan a los bancos". Mariano, muchacho, estás en la diana del malo de "Dem, Bar-dem".
Oiga, me parece excelente. En Hispanidad hemos defendido, hasta el agotamiento del lector, que no hay que rescatar ningún banco, lo que hay que hacer es dejarlos quebrar. Ahora bien, cuando la izquierda asegura que no hay que salvar bancos, lo que está pidiendo es que los nacionalicen... que es lo que desea todo banquero en apuros. Lo mismo me da salvar bancos que nacionalizarlos: al final, las pérdidas provocadas por los banqueros las pagamos entre todos.
Por tanto, donde Hispanidad comienza a discrepar de la izquierda, y de la derecha capitalista, es, por tanto, en la alternativa al salvamento bancario. Bardem pide que se detengan los desahucios, pero eso no significa otra cosa que hacer que todos los clientes del banco y los contribuyentes del sistema, es decir, todos, paguemos a los morosos. Y seguramente al señor Bardem, que no pasa apuros a finales de mes y que tendrá en su cartera inversiones diversas, en todo tipo de productos, de esos bancos a los que tanto detesta, tampoco estará de acuerdo con la tesis de Hispanidad: pagar a los depositantes y dejar caer a los inversores, sean de preferentes o de acciones de los bancos. Seguramente eso no le gustara al señor Bardem, porque el primero que saldría perdiendo es él.
A ver si nos entendemos: en el mundo actual todos estamos obligados a tener una cuenta en el banco para pagar la luz, el gas, etc. A éstos, a los depositantes, hay que salvarlos a todos.
Ahora bien, el inversor es harina de otro costal: el inversor es aquel que, una vez cubiertas sus necesidades primarias, aún le queda dinero para invertir en productos bancarios que le rindan más dinero. Por ejemplo, el señor Bardem. Los inversores son los que deben perder. Por ejemplo, el señor Bardem, que ha cobrado 10 millones de dólares por su participación en James Bond, dinero que seguramente no tendrá en el calcetín, sino en esos bancos que tanto odia. Ese es el que debe perder. O también puede utilizarlo para pagar la hipoteca de los desahuciados. En cuyo caso, no debe perder ni un dólar de los 10 milloncejos.
Revolucionarios como Bardem y capitalistas como todos los gobiernos occidentales de derecha, empezando por el de Barack Obama, coinciden en algo: les encantan las nacionalizaciones de banca, les encanta, en suma, salvar bancos y banqueros.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com