Sr. Director:

Ante lo ocurrido en la Catedral de Barcelona, pienso que no podemos callar por más tiempo y taparle las vergüenzas a los gobernantes catalanes dejando que nos insulten en nuestras convicciones personales amparadas por la Constitución.

Animo a la gente de bien a expresar sus convicciones de la manera que consideren más oportuna, pero ¡ya está bien que cuatro gatos de la calaña de Rovira nos quieran imponer por la fuerza sus ideales -que son simple revancha-!

Rocío Alcañiz

ROCIOJAEN2003@TERRA.ES