Sr. Director:

 

Este año termino mi licenciatura de medicina. En junio, como viene siendo tradición desde hace casi 2500 años, mis compañeros de promoción y yo recitaremos el juramento hipocrático, compuesto por Hipócrates, el padre de la medicina.

 

Entre varias cosas diremos que "nunca procuraré a nadie un veneno mortal, aunque él me lo pidiera, ni aconsejaré nunca nada que pueda tener por consecuencia la muerte".

 

¿Derecho a morir dignamente? ¡Claro que sí! Uno tiene derecho a morir acompañado, cuidado, limpio, sin dolor, es decir: a morir con dignidad. Otra cosa muy distinta es el derecho a matar con autorización. Espero que no haya estado dedicando 6 años de mi vida y el resto de ella en aprender un arte que se convierta en ser un Doctor Muerte. Antes nos llamaban mata-sanos, ahora seremos mata-enfermos: ¿Doctores 007, con licencia para matar?

 

Joaquim Bosch

 

kim@girona.com