No habrá bono social. Al menos, no como se había planteado en un inicio. Supuestamente, el Gobierno había logrado que las eléctricas asumieran el coste de la electricidad de los parados, familias numerosas y hogares con menos de 3 kilovatios. Pues bien, ya no será así. Lo llaman bobo, pero en realidad consiste en que esos 5 millones de hogares aproximadamente no sufrirán subidas de la luz durante los próximos 4 años. El coste, por supuesto, es muy inferior a los 800-1000 millones de euros que se barajaban inicialmente.
Por otra parte, el Gobierno pagará 1.500 millones de euros por el sobrecoste de la producción en Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La vicepresidenta De la Vega no es capaz de aclarar si ese pago será único o anual, pero señala que las compañías se comprometen a realizar inversiones para mejorar la calidad y la seguridad en el suministro.
Además, el Estado avalará por 1.200 millones de euros la deuda tarifaria de las eléctricas. Junto con los 2.000 millones de euros que asumen las compañías se pone fin al déficit tarifario. Supuestamente, porque hay quien lo calcula en 8.000 millones de euros. Sin embargo, desde Moncloa consideran que la contabilidad es discutible y dan por cerrado el capítulo. Eso a pesar de que las compañías advierten que el Gobierno les está ahogando patrimonialmente.