Se había decidido aplazar la colocación de bonos a cinco años hasta que las tormentas del mes de agosto amainaran. La prima de riesgo oscilaba alrededor de los 400 puntos y el Banco Central Europeo todavía no se había puesto a comprar deuda española e italiana.
Llegó septiembre y el Tesoro español logró colocar 3.621 millones de euros de deuda al 4,51%. No es mal dato si se tiene en cuenta que en la anterior subasta se hizo al 4,89%. Tampoco es para echar las campanas al vuelo, ya que se encuentran por encima de la rentabilidad que ofrecen los bonos a cinco años en el mercado secundario. Del agua al cuello hemos pasado a tener el agua al pecho. Tras las medidas de choque que ponen el endeudamiento en el buen camino, a España le toca crecer, que es lo que verdaderamente se necesita para salir de la crisis.
Mariano Tomás
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