El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, no se achanta. En la mañana del miércoles 2, advertía a los publicitarios que será "inflexible" para aquella publicidad que haga "un uso inadecuado de la imagen de la mujer". El proyecto de ley sobre violencia de género, que aprobará el viernes el Gobierno, posibilitará a las asociaciones feministas, al Instituto de la Mujer e incluso a las delegaciones del Gobierno a retirar un anuncio que consideren que atenta contra la igualdad entre los dos sexos.

 

En el sector hablan  de atentado contra la libertad de expresión, pero la verdad es que hablan en voz baja. En cualquier caso, se espera con interés la redacción final del texto legal, porque Caldera está empleando demasiados eufemismos. Por ejemplo, habla de condenar los "estereotipos que supongan desigualdad con el hombre" o que defiendan la idea de que "la mujer está subordinada al varón". En ningún caso, se habla de dignidad de la mujer o de su utilización como objeto sexual, independientemente de que consienta o no consienta en ello.