Siempre se ha sabido que el poder corrompe, y no solo en el terreno económico, sino que también en otros muchos aspectos inherentes a la persona, donde la corrupción penetra antes y es previa para que luego se manifieste y derive en otros campos, uno de ellos por mas visible el económico.
Se suele decir igualmente que se sube como el vino a la cabeza, el caso es que se quiera o no, el poder influye poderosamente en la persona que lo alcanza, a veces incluso no siendo en el grado máximo. Y si es en la política esto puede ser dramático, no solo para la persona en si, sino para aquellos que tiene que gobernar o dirigir, si ese cambio se inclina hacia la prepotencia, versus soberbia.
Analizando nuestro último periodo democrático y sus Presidentes, en mi opinión se libraron únicamente, de éste "síndrome del poder", los dos primeros: D. Adolfo Suárez González y D. Leopoldo Calvo- Sotelo y Bustelo; el primero porque fue el artífice de la Transición, y cuando ya estaba en marcha, lo quitaron de en medio, y el segundo porque estuvo muy poco tiempo, sólo un año y ocho meses, y tampoco le dio tiempo. Pero el resto: D. Felipe González-el primero que conculcó la Constitución- enterrando a Montequieu; D. José María Aznar, a los dos años de su segunda legislatura, lo que le llevo a no saber gestionar, la guerra de Irak y el 11 M; D. José Luis Rodríguez Zapatero, que se le subió a la cabeza, el mismo día en que ganó las elecciones, y se manifestó una vez investido Presidente, cuando sin haber celebrado el primer Consejo de Ministros, salio por Televisión anunciando la retirada de las tropas de Irak; D. Mariano Rajoy, cuando ha dado luz verde a la Ley Orgánica del Poder Judicial, que sigue incumpliendo la Constitución, y no cumpliendo lo prometido en este terreno en su programa electoral.
Y ahora llegamos al Secretario General Electo de los Socialistas españoles, D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Todavía no ha sido confirmado por el Congreso del Partido Socialista, es decir, prácticamente no ostenta el cargo, es electo, y ya se le ha subido a la cabeza, cometiendo un error muy significativo y que lo califica como poco de imprudente. El romper un pacto, a nivel Europeo, que estaba firmado por el Partido Socialdemócrata del Parlamento Europeo, al que los socialistas españoles pertenecen, cuando menos demuestra inmadurez política y el ser una persona muy poco fiable de cara al futuro. Olvidó aquello que dijo un ilustre antecesor suyo, D. Enrique Tierno Galván -el viejo Profesor- "Hay promesas que se hacen en campaña electoral que son para no cumplirlas".
Claro que con ello coloca a los socialistas españoles en su sitio, ya que ellos son socialistas, no socialdemócratas. Y en lo que a pactos se refiere, ya sabe el Partido Popular lo que puede esperar; nada, o ser traicionados. Como pasó en el caso del anterior líder D. José Luis Rodríguez Zapatero. Y además oyéndole decir: "que ha empezado el principio del fin de Rajoy".
Me gustaría equivocarme y que D. Pedro Sánchez, con mano firme supiera reconvertir y regenerar a los Socialistas, en un Partido Socialdemócrata Nacional y Español (el PSNE), para el bien de España, y ser una alternativa fiable de cara al futuro.
Hay que pensar en un dato. Los militantes socialistas no llegan a 200.000. En consecuencia ¿por qué dejaron de votar Socialismo, en las anteriores Generales, 4 millones de votantes ¿Fue solo por la economía ¿O acaso no fue también por la deriva radical y sectaria en el periodo de los últimos Gobiernos Socialistas Con solo las bases socialistas, las que han votado en la elección del futuro Secretario General, no se ganan unas elecciones Generales.
J. R. Pablos