"La reforma tendrá un impacto "moderado", señala el subgobernador, José Viñals

El Banco de España tiene ya estudios preliminares para propiciar una reforma de la normativa de la gestión de las provisiones por insolvencias de crédito. El subgobernador, José Viñals, aclara que no se trata de un giro en el modelo de supervisión, sino un ejemplo más en la vía por la que ya están caminando: pasar de las normas rígidas a los principios, como ya plantearon en la circular de 2004 en la que ya anunciaron que la normativa en un futuro sería diferente. Por otra parte, se trata de aplicar lo dispuesto en Basilea II en relación a los requerimientos de capital. Es decir, la reforma de las insolvencias viene propiciada por una reforma internacional.

La reforma consiste en que el Banco de España validará –o no- un modelo de insolvencias presentado por las propias entidades siempre que tengan modelos internos e información histórica. Para el resto, el modelo de provisiones de insolvencia seguirá básicamente invariable. "Se trata de hacer la vida más fácil desde el punto de vista de regulación", señala Viñals.

 "Se trata de hacer más eficaz el sistema de previsión", señala Viñals, que no ha querido o podido cuantificar el impacto de la reforma, aunque sí que señala que el ahorro será "moderado" aunque "significativo" en algunas entidades. En este 2007 se validarán los modelos internos, se obtendrá el visto bueno por parte del organismo regulador y será en el 2008 cuando las nuevas provisiones se puedan poner en marcha.

Por cierto que el nuevo modelo ya no distinguirá entre provisiones genéricas y específicas, avanzando hacia un "concepto global de provisiones por insolvencias", apunta Viñals. ¿Afectará más a los bancos que a las cajas? Le preguntan. La respuesta del subgobernador es que no. Afectará igualmente a quienes tengan sistemas propios capaces de autocontrolar las provisiones exigidas con cierta flexibilidad. Eso sí, Viñals deja claro que "no sale de la foto".