Lo dicen los entendidos: el 90% de las estadísticas son falsas, ésta, también. Ahora bien, podrían ser ciertas si los instrumentos de medición fueran los mismos que los utilizados por UNICEF. Todos los varones podrían decir que sufren violencia psíquica por parte de sus parejas.
Es verdad que la pornografía estática y la pornografía dinámica -la vestimenta habitual en Occidente- no ha producido más libertad para la mujer sino más cosificación del sexo femenino.
Pero el problema sigue siendo el mismo: una ley tan injusta como la ley contra la violencia de género, según la cual un varón puede ir a la cárcel bajo la mera acusación de maltrato por parte de una mujer. Aunque se trate de una acusación falsa. Y da lo mismo cuál sea la resolución judicial: el caso es que el acusado, aunque sea inocente, acabará marcado de por vida como un machista y toda su familia y su carrera profesional se irá al garete.
La ley contra la violencia de género ha provocado más violencia, tanto machista como feminista. Y la votaron todos los partidos, incluido el PP.
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