Me lo cuenta uno de los mejores y más veteranos ejecutivos bancarios que conozco, desde luego el más honrado, lo que es mucho decir, al rebufo de la portada de Hispanidad del pasado jueves, sobre la posibilidad de una fusión entre Santander y BBVA.Considera mi fuente y amigo que lo que precisa la banca española no son más fusiones sino una renovación en las cúpulas, digamos ya muy vetustas. Sus sabias palabras son éstas:
Querido Eulogio:
en el 'fúrbol', si el equipo no funciona, tu admirado Floro (los accionistas, el BdE o quien sea) pone en la calle al manta del entrenador que lo ha metido en malos resultados: pues ídem con los bancos.
Querido Eulogio:
en el 'fúrbol', si el equipo no funciona, tu admirado Floro (los accionistas, el BdE o quien sea) pone en la calle al manta del entrenador que lo ha metido en malos resultados: pues ídem con los bancos.
A nadie se le ocurre fusionar al Madrid y al Barça para hacer más pequeña la tarta (bardrid) y dar entrada a otros en tu mercado, en vez de quitar de una vez a Mou -por decir algo-.
En los bancos además habría un efecto benéfico indudable (que salgan los que lo han hecho mal, que se vea que el que la hace la paga, que corra el aire y el escalafón, que haya más oportunidades para los no-tan-jóvenes pero lo bastante para ser nuevos..).
La imagen se vería renovada y un margen de actuación se abriría en los mercados (y si no, peor no vamos a estar).
En fin que funcione el mercado: que se sepa cuál es la situación, que se valore con visión de medio plazo y que se estrellen los shortistas (especuladores a bulto) si es que se han equivocado. Ingenierías las mínimas y desde el suelo, edificar de nuevo.
Estoy de acuerdo, aunque no se puede acusar al redactor jefe de Hispanidad, Rodrigo Martín, de defender la tesis de una fusión entre los dos grandes. A este diario no le gusta lo grande, sino lo pequeño. Pero no es así como se está construyendo la nueva banca, el modelo Basilea III, que no consiste en otra cosa sino en aumentar las existencias de capital como requisito básico para que la banca se comporte decentemente. Repito: un banco con mucho capital no es un buen banco, sino un banco grande. Buen banco es el que tiene poca mora y suele tener pocas mora porque no ha pretendido ganar dinero rápido.
Estoy de acuerdo, aunque no se puede acusar al redactor jefe de Hispanidad, Rodrigo Martín, de defender la tesis de una fusión entre los dos grandes. A este diario no le gusta lo grande, sino lo pequeño. Pero no es así como se está construyendo la nueva banca, el modelo Basilea III, que no consiste en otra cosa sino en aumentar las existencias de capital como requisito básico para que la banca se comporte decentemente. Repito: un banco con mucho capital no es un buen banco, sino un banco grande. Buen banco es el que tiene poca mora y suele tener pocas mora porque no ha pretendido ganar dinero rápido.
Por lo demás, fuimos los primeros en decir que el problema estaba en la especulación, y en que la crisis financiera no se arregla con bancos más grandes sino con bancos más solventes y menos especulativos.
Pero es que los peores especuladores no son los banquero,s sino los banqueros centrales y los gobiernos, que han convertido -frase, por cierto, muy utilizada por mi corresponsal- en un océano de liquidez. La crisis de 2007, la caída de los grandes bancos era una fruslería comparado con la crisis de 2011, donde lo que se derrumba no son los bancos sino la deuda soberana. Los banqueros especulaban con el dinero de sus clientes; los políticos especulan con el dinero de los contribuyentes. Es decir, la diferencia entre jugar con el dinero de los demás o jugar con el dinero de todos los demás. Sí, creo que hay que jubilar a los banqueros pero, sobre todo, hay que jubilar a los políticos... y volver a empezar.
Eulogio López
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com