- La salida del portugués obliga a una recomposición accionarial en el Popular.
- Y Allianz también ha reducido participación.
- Los bancos españoles comienzan a ser los más atractivos del mundo.
- Y la Sindicatura de Directivos (10%) se convierte en el instrumento clave del Consejo.
- Aunque el principal problema de Ron es otro: dividendar una masa accionarial amplia tras su éxito en la ampliación.
Americo Amorim es el hombre más rico de Portugal. Llegó a rozar el 10% del capital y ahora está por debajo del 1%: se marcha de la entidad.
Ojo, Amorim, al igual que el resto del núcleo duro del Popular aceptó el órdago del presidente, Ángel Ron (en la imagen) y acudió a la mega-ampliación, de primeros de año. Contra todo pronóstico, fue un éxito e incluso hubo capital oferente que se quedó fuera.
No sólo eso, a pesar del efecto dilutivo, la cotización del Popular se fue arriba y superó claramente a su principal competidor, el Sabadell, con lo que recuperó el cuarto lugar en la banca española por capitalización.
Pero, precisamente por eso, por la elevada cotización, Americo Amorim ha decidido marcharse, al igual que otro miembro característico del núcleo duro, es decir, los alemanes de Allianz que han ido reduciendo capital a posteriori.
¿Qué significa esto Dos cosas: que el principal reto actual de Ángel Ron consiste en poder generar beneficios para dividendar la nueva masa de capital y que el sucesor de Luis Valls está obligado a tener cuidado con su núcleo duro, es decir, está obligado a una recomposición accionarial.
Sobre todo, debe tener cuidado con los franceses de Credit Mutuel, que poseen un 5% del capital y que, además, controlan Targo Bank, a un fifty-fifty con el Popular, nueva entidad creada con otras de la red del 'Popu'. Y si algo caracteriza a los franceses, que tienen paciencia, es que saben esperar su momento. Es sí, por ahora, las relaciones entre Popular y Mutuel son excelentes, casi rococó.
Ron es muy consciente de que al papel de la Sindicatura, que posee un 10% del capital -formada por directivos del banco y por las antiguas familias de Europea de Inversiones-, al menos hay que sumar ambos porcentajes a efectos prácticos. Y no le vendría mal que su porcentaje accionarial de la Sindicatura aumentase un poco más.
Sobre todo, porque, a estas alturas, y tras superar la ampliación, Ángel Ron no quiere saber nada de una fusión con Caixabank.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com