Sr. Director:
Si la vida fuera una competición, podríamos retar a unos contra otros. Propongo el desafío Gibson contra Almodóvar.
Mientras uno trata de crear, el otro sólo trata de destruir. Mientras el primero persigue el destacar lo positivo (alabar), el segundo tan sólo enseña las miserias (criticar). Por esto, citando a aquel escritor, digo aquello de: "Cualquier peón de albañil puede destruir la piedra de una catedral, pero para construirla hacen falta arquitectos". No quisiera ofender a los albañiles, pues estos son también necesarios a la hora de la construcción, pero creo que el texto habla por sí mismo.
Por todo esto para mí el resultado sería Gibson 1- Almodóvar 0.
Gabriel Madrid
GMadrid@tajamar.es