Antes de nada tengo que reconocer la antipatía que siento por el actor Adam Sandler. Comediante y productor muy apreciado en EEUU, la mayoría de sus películas me parecen flojísimas, blandengues, con un humor con el que nunca enlazo. Para mí su única película salvable (de las estrenadas en los últimos años) es Spanglish, donde la española Paz Vega debutaba con acierto en Hollywood.
Dicho esto, considero que Click es una de esas comedias dramáticas que hay que evitar, entre otras razones, porque no se sabe a qué público va dirigida. Si va al infantil sobran las groserías subidas de tono. Si va al adulto, éste debe ser de una casta especial: le tiene que gustar el humor pueril y escatológico.
Michael Newman (Adam Sandler), es un arquitecto muy ocupado que intentar progresar en el mundo laboral y descuida su vida familiar (como ven, desde la primera secuencia ya tienen la previsible moraleja de la película). Para solucionar sus problemas compra un mando a distancia que, aparentemente, no sólo le permitirá controlar su televisión y su estéreo sino, virtualmente, toda su vida.
Con momentos claramente inspirados en Regreso al futuro (fíjense en el aspecto de Christopher Walken) para ver Click se necesita un mando a distancia para darle, nada más comenzar su proyección, al apagado.
Click se estrenó el viernes 29 de septiembre
Para: Engrosar en la lista de los Premios Razzies (los que galardonan a los peores productos del año).