Fueron sobrevalorados por el Gobierno argentino en 43.000 dólares el acre frente a los 4.000 por acre en campos de shale gas de EEUUComo se recuerda, el Consejo de Administración de Repsol rechazó por unanimidad la propuesta que le hizo llegar YPF para poner fin al conflicto con el Gobierno argentino surgido tras la expropiación en abril de 2012 de la participación de la petrolera española en la argentina.
La oferta de YPF consistía en dar entrada a Repsol en una sociedad conformada por activos de Vaca Muerta correspondientes al 6,4% de la superficie de dicho yacimiento de gas y petróleo en propiedad de YPF. En dicha sociedad, controlada por YPF (51%), Repsol contaría con una participación del 47% y Pemex del 2%. El Gobierno argentino estimaba su oferta en 5.000 millones de dólares, distribuidos en 3.500 millones de dólares en participaciones en activos de Vaca Muerta y 1.500 millones de dólares de capital de obligada reinversión para el desarrollo de la citada sociedad.
Pues bien, según ha publicado este jueves Cinco Días, el rechazo, defendido por Brufau, se sustentó en varios informes que venían demostrar que las participaciones ofrecidas estaban sobrevaloradas en casi un 1.000% respecto al valor de otros campos de shale gas en Estados Unidos y a las propias concesiones de Vaca Muerta otorgadas por el Estado argentino a la propia YPF.
Los campos a desarrollar suman un total de 185.000 acres (cada acre equivale a algo más de 4.000 metros cuadrados) que el Gobierno argentino valora en 3.500 millones de dólares, por tanto, a 43.000 dólares el acre. Esta cifra contrasta con los 4.000 dólares de valor promedio de cada acre en campos de shale gas de Estados Unidos, país donde más desarrollado está el mercado de hidrocarburos no convencionales. Con el agravante de que estos campos están en producción y Vaca Muerta, aún por explorar.
Para colmo, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner otorgó a YPF en mayo la concesión del campo Amarga Chica (uno de los ofrecidos a Repsol) con un valor de 4.400 dólares el acre.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
La oferta de YPF consistía en dar entrada a Repsol en una sociedad conformada por activos de Vaca Muerta correspondientes al 6,4% de la superficie de dicho yacimiento de gas y petróleo en propiedad de YPF. En dicha sociedad, controlada por YPF (51%), Repsol contaría con una participación del 47% y Pemex del 2%. El Gobierno argentino estimaba su oferta en 5.000 millones de dólares, distribuidos en 3.500 millones de dólares en participaciones en activos de Vaca Muerta y 1.500 millones de dólares de capital de obligada reinversión para el desarrollo de la citada sociedad.
Pues bien, según ha publicado este jueves Cinco Días, el rechazo, defendido por Brufau, se sustentó en varios informes que venían demostrar que las participaciones ofrecidas estaban sobrevaloradas en casi un 1.000% respecto al valor de otros campos de shale gas en Estados Unidos y a las propias concesiones de Vaca Muerta otorgadas por el Estado argentino a la propia YPF.
Los campos a desarrollar suman un total de 185.000 acres (cada acre equivale a algo más de 4.000 metros cuadrados) que el Gobierno argentino valora en 3.500 millones de dólares, por tanto, a 43.000 dólares el acre. Esta cifra contrasta con los 4.000 dólares de valor promedio de cada acre en campos de shale gas de Estados Unidos, país donde más desarrollado está el mercado de hidrocarburos no convencionales. Con el agravante de que estos campos están en producción y Vaca Muerta, aún por explorar.
Para colmo, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner otorgó a YPF en mayo la concesión del campo Amarga Chica (uno de los ofrecidos a Repsol) con un valor de 4.400 dólares el acre.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com