Aprovecha su tutelaje sobre la obra social
El Estatut todavía no ha entrado en vigor, pero el Gobierno de José Montilla, presidente de la Generalitat, ya realiza ensayos y se entromete en las funciones del Banco de España. Con la ley en la mano, a día de hoy, el Gobierno catalán sólo puede inspeccionar la obra social de las decenas de entidades del sector ahorro catalán (Cataluña es tierra de cajas)… y nada más.
Sin embargo, los inspectores de la Generalitat juegan a que lo uno lleve a lo otro, Por ejemplo, en cierta caja catalana los chicos del conseller d'Economia i Finances, Antoni Castells, pretenden organizar la Sala de Tesorería de la entidad.
El reparto de funciones de tutelaje entre el Banco de España y los gobiernos autónomos siempre ha sido objeto de polémica, especialmente en Euskadi, Cataluña y Andalucía. En este última comunidad, la actual ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, rompió las reglas del juego cuando envió un equipo de auditoría a Cajasur, regida pro el Obispado cordobés, con la clara intención de fastidiar al famoso cura Miguel Castillejo. Ahora bien, se supone que la frontera está más o menos clara: la inspección financiera -riesgo, recursos propios, etc.- es potestad del Banco de España, mientras que las leyes de desarrollo y los sistemas de elección, así como el dividendo social de las cajas, corresponden a la Comunidad Autónoma.
Pero las mesas de tesorería no.