• "Esta es una decisión soberana de España y es una decisión que se plantea en el conjunto de la Unión", argumenta el Gobierno.
  • El ajuste que deberá hacer nuestro país en 2012 ascenderá a 35.000 millones, en vez de los 30.000 previstos por Rajoy.
  • De Guindos no explicó quién recibirá el palo, una labor que deja al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
  • Mientras, Alemania incumple sus propias promesas de austeridad y la prensa teutona sacude a España.
El Gobierno español acepta el objetivo de reducción de déficit al 5,3% para este año que le ha impuesto Bruselas, que equivale a un ahorro adicional de unos 5.000 millones de euros, después de que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, hubiese anunciado tras la última cumbre de la Unión Europea (UE) que el objetivo de déficit para 2012 sería del 5,8%, por encima del 4,4% que había pactado en un principio con la Comisión Europea (CE). O sea, la eurozona exige a España cinco décimas más de ajuste, que equivalen a 5.000 millones de euros de 'na': en vez de 30.000 millones de ajuste, 35.000.

Lo ha dicho esta mañana el ministro español de Economía, Luis de Guindos: "España está absolutamente comprometida con el ajuste presupuestario, está absolutamente comprometida con las reformas estructurales y evidentemente, desde ese punto de vista, esa recomendación va a ser aceptada por parte del Gobierno español".

Pero el Ejecutivo lo vende como un triunfo. Según De Guindos, el Eurogrupo, presidido por Jean-Claude Juncker (en la imagen) ha aceptado los dos argumentos de España: que el Gobierno de Rajoy recibió "una herencia mucho más complicada de lo que se había dicho en Bruselas" y que "la situación es distinta desde el punto de vista económico". También lo vendía esta mañana como un triunfo el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo: "Que te hayan admitido la renegociación es una prueba de confianza en el Gobierno español".

Es más: "Esta es una decisión soberana de España y es una decisión que se plantea en el conjunto de la Unión. La política fiscal de España es muy importante para España y también es muy importante para el conjunto de la Unión. Y España soberanamente acepta sus decisiones y también plantea sus presupuestos en el conjunto de la UE y, por tanto, yo no veo ningún tipo de contradicción al respecto", ha dicho De Guindos que, sin embargo, no ha explicado de dónde saldrá el dinero extra exigido por Bruselas.

Las cifras, como se recordará, son estas: un déficit del 8,51% -más que el 6% previsto por el incompetente o mentiroso Gobierno ZP-; el crecimiento para este año será más débil de lo calculado en un principio (el PIB se contraerá un 1,7%, según España; y un 1%, según la CE, en lugar de crecer un 2,3%). En cualquer caso, en 2013 el déficit español deberá quedarse en el 3%, comprometido ya por Zapatero.

Y todo esto el mismo día en que el presidente del Bundesbank, Jens Weidmannm, ha pedido a España más reformas en política económica y financiera en un artículo que firma este martes en Frankfurter Allgemeiene Zeitung. Y el mismo día en que los diarios alemanes Handelsblatt  y Die Welt, dicen que España "sustituye a Grecia como nuevo niño problema del euro". Finanial Times Deutschland, por su parte, critica: "España no es capaz de reducir su déficit y Europa hace la vista gorda".

Y para mas inri, todo esto el mismo día que, según el diario alemán Der Spiegel, Alemania no ha alcanzado ni la mitad de los objetivos de austeridad que se marcó durante el año pasado. Sólo llevó a cabo el 42% de los recortes en el presupuesto federal, es decir, 4.700 millones de euros sobre un total de 11.200, de acuerdo con datos del Cologne Institute for Economic Reseach.

O sea, Alemania no ha cumplido los objetivos de estabilidad financiera en otras ocasiones y se ha ido de rositas.

Y ahora Merkel y sus compañeros del Eurogrupo quieren imponer un nuevo ajuste de otros 5.000 millones que, ¿a que no saben quién lo va a pagar?

El español medio, con sus impuestos, y con cada vez más impuestos (usease, el IVA).

Y encima el Gobierno español lo vende como una victoria. No es una victoria: es una imposición injusta de Bruselas a España.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com