- El prelado explica a Ayuda a la Iglesia Necesitada la situación de los cristianos iraquíes, tras la ofensiva yihadista en el norte: "Más de la mitad de los habitantes y toda la comunidad cristiana inmediatamente huyeron a la cercana llanura de Nínive".
- En 2003, la comunidad cristiana de Mosul tenía unos 35.000 fieles; en los once años siguientes al comienzo de la guerra, el número cayó a alrededor de 3.000: "Ahora es probable que no haya quedado nadie", señala.
También según la BBC, los yihadistas de ISIL ya controlan un considerable territorio en el centro y occidente de Irak. También han fortalecido su posición en el este de Siria, en su campaña por establecer un enclave militante sunita en la zona fronteriza. De hecho, ISIL es conocida por cometer brutales ataques anticristianos en Siria.
Ayer miércoles ya informamos de que tras el ataque yihadista a Mosul, medio millón de personas -entre ellas decenas de familias de cristianos- huyen hacia los pueblos de la llanura de Nínive, a pocas decenas de kilómetros de Mosul.
Ante la dramática situación que se está produciendo en Mosul, el Arzobispo caldeo, Monseñor Amel Shimon Nona (en la imagen), ha expresado a Ayuda a la Iglesia Necesitada su preocupación por la situación: "Más de la mitad de los habitantes y toda la comunidad cristiana inmediatamente huyeron a la cercana llanura de Nínive", asegura.
"Hasta a las 5 de la mañana de este martes recibimos a las familias en fuga e intentamos encontrarles alojamiento en las escuelas, en las aulas de catecismo, en casas abandonadas", dice el Arzobispo Nona, que ahora está en Talkif, un pueblo situado unos tres kilómetros al norte de Mosul.
Obviamente la presencia de yihadistas preocupa a los cristianos y hay algunas noticias que apuntan a que que el ISIL ha atacado a cuatro iglesias y un monasterio. "Hemos recibido amenazas -dice el prelado- porque ahora todos los fieles han huido de la ciudad. Me pregunto si alguna vez podremos volver allí".
En 2003, la comunidad cristiana de Mosul tenía unos 35.000 fieles. En los once años siguientes al comienzo de la guerra, el número cayó trágicamente a alrededor de 3.000. "Ahora es probable que no haya quedado nadie", afirma.
"Seguimos orando para que nuestro país pueda finalmente encontrar la paz", dice el Arzobispo Nona, que en estos últimos días terribles tuvo que instar una vez más a sus fieles a no perder la esperanza. "No es fácil después de tantos años de sufrimiento, pero los cristianos iraquíes estamos firmes en nuestra fe y debemos mantener la esperanza, incluso en la persecución. Es un gran desafío, sobre todo después de lo que pasó en estos días".
El Arzobispo Nona cree, sin embargo, que también pueden estar involucradas otras formaciones. "No sabemos todavía de qué grupo se trata, algunos hablan del ISIL, otros piensan que se trata de elementos de diversa pertenencia. Tenemos que esperar a una mejor comprensión de la situación real. Lo que sí es cierto es que son extremistas, muchos los han visto patrullar las calles".
Recordemos que tras la caída y posterior ejecución de Sadam Hussein -en medio de la invasión de EEUU y sus aliados-, el ejército iraquí fue desmantelado por el nuevo gobierno y se creó una nueva fuerza de seguridad. A partir de la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en diciembre de 2011, grupos alineados con al Qaeda comenzaron a organizarse en distintos lugares del país y a experimentar una rápida expansión, que ha derivado en la situación narrada.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com