Acebes insiste en el mismo error del 11-M: afirma que hay que investigar el papel jugado por ETA en la masacre

 

El juez Baltasar Garzón ha dicho que no hay que buscar a los terroristas en Afganistán, porque pueden estar "mucho más cerca". Hablaba Garzón justo al mismo tiempo en que el ex ministro del Interior de José María Aznar, Ángel Acebes, se defendía en la Comisión Parlamentaria sobre el 11-M.

 

De esta forma, el juez, al que no le gusta que nadie le quite protagonismo social, volvía a aludir a Marruecos como origen del terrorismo fundamentalista islámico en Europa. Días atrás, afirmaba que en Marruecos existen entre 900 y 1.000 jóvenes dispuestos a convertirse en terroristas-suicida, y ahora habla de la cercanía de otros posibles terroristas.

 

Cuatro horas antes de esa afirmación, el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, firmaba un acuerdo histórico con Rabat: marroquíes y españoles formarán un contingente militar conjunto (200 efectivos) para actuar en Haití.

 

Pero hay más. Todas las pistas (de pistas policiales sobre el 11-M se habla poco en España) sobre la matanza de Madrid conducen a  Marruecos. Incluso expertos de aquel país aseguran que todo surge con la creación, por parte de Hassan II, padre del actual Rey Mohamed VI, de grupos armados patrocinados por el Gobierno de Rabat y que luego se independizaron de él y empezaron a actuar por su cuenta. Por eso no se acaba de entender el acercamiento de Zapatero a Mohamed VI, mientras el primer ministro marroquí, Driss Jettu, continúa reivindicando Ceuta y Melilla.

 

Pues bien, mientras Garzón hablaba, el ex ministro Acebes, el hombre que según muchos provocó la derrota del PP el 14 de marzo, ahora premiado por Rajoy con la Secretaría General del Partido, se enfrentaba a los miembros del Gobierno y de la oposición en la comparecencia más larga ante la Comisión Parlamentaria que investiga el 11-M. Lo más llamativo es que Acebes continúa afirmando, al igual que hacen algunos periodistas ligados al partido, como Federico Jiménez Losantos, que ETA tuvo algo que ver con el atentado del 11-M. Es decir, Acebes ha vuelto a repetir las mismas palabras que posibilitaron toda la campaña socialistas contra su partido nada más producirse el asesinato colectivo.

 

Es más, Acebes insiste en la idea porque no considera posible, y así lo ha afirmado a mediodía del miércoles 28, que "un grupo de delincuentes sin conexión con Al Qaeda" protagonizara el "mayor atentado terrorista sucedido en Europa". La verdad es que el terrorismo islámico no depende de Al Qaeda ni de Ben Laden, y que si de preparación hablamos, aún resulta más llamativo que un grupo de terroristas secuestren aviones y los estrellaran contra las Torres Gemelas y el Pentágono un 11 de septiembre de 2001, matando a más de 3.000 personas.

 

Como afirman diputados del PP, Acebes ha vuelto a cometer el mismo error de los días posteriores al 11-M. Por su impericia, el secretario general del PP ha conseguido irritar a algunos de sus propios compañeros. Mientras, en el otro lado, Zapatero continúa con la política Moratinos: hay que contentar a Rabat para evitar más atentados, en la casi convicción de que Rabat y el fundamentalismo islámico que opera en España son entidades de algún modo ligadas, por más que de vez en vez, surjan chispas entre ellas.

 

Mientras, la España económica, ya casi en vacaciones, se asombra ante una Comisión que sólo está sirviendo para irritar a los familiares de las víctimas y para escenificar el enfrentamiento cainita entre socialistas y populares. En cualquier caso, la pista marroquí de Baltasar Garzón (defendida a estas alturas por todos los expertos) y la comparecencia de Acebes, que ha vuelto a cometer todos los errores del 11-M, cierran el curso político. Lo lógico es pensar que Acebes pasará a un segundo plano en el Congreso del PP en septiembre y que el gran debate del otoño serán las relaciones con Marruecos. Dicho de otro modo: si lo más conveniente es proseguir con la política de la sonrisa ante el autoritario Régimen de Rabat.