- Los trabajadores se consideran víctimas de una «venganza política» contra el político opositor que fue alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, en la actualidad en el exilio.
- Según médicos de hospitales públicos, el hambre se está cobrando una cantidad alarmante de vidas de menores de edad.
- Niños pequeños dejan sus hogares y se unen a pandillas que escarban por doquier en busca de alimentos: sus cuerpos tienen cicatrices por las peleas a cuchillo contra sus rivales.
- Y multitudes de adultos revuelven la basura de los restaurantes después de que estos cierren. Esto es el chavismo marxista-leninista…
En
Venezuela, el
régimen chavista marxista-leninista de Nicolás Maduro ha dejado en la calle, de la noche a la mañana, a los más de 6.000 empleados de la
Alcaldía Metropolitana de Caracas al suprimir por decreto esta institución el pasado día 20.
Los trabajadores se consideran víctimas de una «venganza política» contra el político opositor que ocupaba ese cargo,
Antonio Ledezma, en la actualidad en el exilio tras huir en noviembre del país, donde se encontraba bajo arresto domiciliario, informa
ABC.
«Nos hemos quedado desamparados, nos sentimos presos laboralmente», asegura el secretario general del Sindicato de Empleados de la Alcaldía Metropolitana, Gustavo Rodríguez. Estos más de 6.000 miembros de la plantilla, explica, no han cobrado su quincena (el sueldo se cobraba en dos pagas al mes), el aguninaldo navideño ni los aumentos que les correspondían.
Según Rodríguez, «la Asamblea Nacional Constituyente, que es fraudulenta, ilegítima e inconstitucional ha eliminado de un plumazo, de forma arbitraria y abusando del poder,
nuestra Alcaldía Metropolitana, sin llevarlo a una consulta popular», que tenía que haberse convocado para suprimir la institución, ya que esta aparece reconocida en la actual Constitución.
Y mientras, el
hambre sigue acechando a los venezolanos. Pero ahora, según médicos en los hospitales públicos, está cobrando una cantidad alarmante de
vidas de menores de edad, recoge
El Diario de Chihuahua de The New York Times.
La economía venezolana comenzó a colapsar en 2014. Las protestas y disturbios por la falta de alimentos, las filas insoportablemente largas para conseguir suministros básicos,
los soldados apostados afuera de las panaderías y las multitudes enfurecidas que saquean las tiendas han cimbrado varias ciudades.
Sin embargo, las cifras de muertes por desnutrición continúan siendo un secreto bien guardado por el gobierno venezolano. Durante una investigación de cinco meses de
The New York Times, los doctores en veintiún hospitales públicos de diecisiete estados del país dijeron que sus salas de emergencia están atiborradas de menores con desnutrición severa.
"Los niños están llegando con unas condiciones muy precarias de desnutrición", dijo el doctor Huníades Urbina Medina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.
Añadió que los médicos incluso están viendo cuadros de desnutrición tan extrema como la que llega a presentarse en campos de refugiados; casos que, dijo, eran extremadamente raros antes del colapso económico del país.
Niños pequeños dejan sus hogares y se unen a pandillas que escarban por doquier en busca de alimentos: sus cuerpos tienen cicatrices por las peleas a cuchillo contra sus rivales.
Adultos en multitudes revuelven la basura de los restaurantes después de que estos cierran. Muchos bebés mueren porque es difícil encontrar –o poder costear– la fórmula para el tetero, incluso en salas de emergencia.
El gobierno venezolano ha intentado encubrir la gravedad de la crisis y ya prácticamente no emite estadísticas de salud.
Esto genera un clima en el que los doctores a veces temen registrar casos y muertes ligados a los fracasos de la política pública.
En definitiva, esto es el chavismo marxista leninista…
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com