• La llamada desde las mezquitas a favor del gobierno fue decisiva para hacer fracasar el Golpe, según el analista geopolítico Emre Oktem.
  • Erdogan chantajea a Occidente, pues quiere seguir en la OTAN, pero a la vez, manteniendo su fundamentalismo islámico.
  • Standard & Poor's hunde a Turquía en el 'bono basura' por el deterioro de los equilibrios institucionales.
  • Pero el dictador Erdogan aprovecha para ahondar en la purga: ya hay casi 11.000 detenidos.
  • Europa le exige que no reinstaure la pena de muerte, aunque la peor pena de muerte la tiene Europa con el aborto.
"Durante toda la noche, a través de los altavoces de las mezquitas, además de las oraciones habituales, los imanes a intervalos cortos hacían llamamientos invitando a todos a salir a las calles para mostrar su apoyo al gobierno y al presidente Recep Tayyip Erdogan". Son declaraciones a la Agencia Fides del padre Paolo Pugliese OFM Cap, que lleva a cabo su servicio pastoral en Turquía, en la parroquia católica de Antakya, la antigua Antioquía del Orontes, donde vivieron San Pedro y San Pablo, San Lucas y San Bernabé, y dónde por primera vez, los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos. Igualmente, el analista geopolítico Emre Oktem, profesor de derecho internacional en la Galatasaray University de Estambul explicó que cuando en Turquía se extendió la noticia del intento de golpe, la Dirección Nacional de Asuntos Religiosos ordenó que los imanes de las mezquitas lanzasen inmediatamente la "Salah" por los altavoces, la oración ritual islámica, para expresar apoyo al gobierno y a las autoridades estatales, recoge Fides. Estas noticias dan cuenta del carácter islamista del régimen de Erdogan, que está dispuesto a chantajear a Occidente, pues quiere seguir en la OTAN, pero a la vez, manteniendo su fundamentalismo islámico. Mientras, el Gobierno de Turquía ha decretado el estado de emergencia durante tres meses para hacer frente a las corrientes golpistas en el país y combatir "la amenaza a la democracia", informan agencias. Previamente, en una entrevista en la cadena Al Jazeera, Erdogan ha sugerido la posible participación de potencias extranjeras en el golpe militar fallido perpetrado en Turquía, al señalar que "podría haber países extranjeros implicados" en la asonada, aunque no ha citado a ninguno en concreto. Además, ha señalado que el número de detenidos por su vinculación con el levantamiento militar asciende ya a 10.937 personas, tras los últimos arrestos de este miércoles, en el que, por ejemplo, han sido detenidos 113 jueces más, incluidos dos magistrados del Tribunal Supremo. En ese contexto, la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's (S&P) ha decidido degradar la solvencia de Turquía y hundir la nota de la deuda a largo plazo del país, tanto en moneda local como extranjera, que ahora se considera como bono basura o especulativo, tras el intento fallido de golpe militar del pasado viernes, informan agencias. Además, su visión sobre la futura capacidad de pago del país es negativa porque considera que después del intento de golpe de Estado en Turquía, el escenario político se polariza y se deterioran los equilibrios institucionales. La agencia espera también un período de mayor incertidumbre que puede restringir las entradas de capital exterior en una economía endeudada como la de Turquía. Y a todo esto, la hipócrita Europa le exige a Erdogan que no reinstaure la pena de muerte, aunque la peor pena de muerte la tiene Europa con el aborto. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com