- Alega que este sistema de pago a directivos estaba amparado en la ley de 2003 que regulaba el funcionamiento de las cajas de ahorros para toda España.
- El ex vicepresidente económico y ex presidente de Bankia personalmente gastó 99.054 euros con las tarjetas entre febrero de 2010 y mayo de 2012.
Prosigue el juicio que la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional lleva celebrando desde la semana pasada a
63 exdirectivos de Caja Madrid y Bankia por el cobro de 15,5 millones de euros mediante las
tarjetas opacas (o
black).
Este martes le ha tocado el turno de declarar al ex vicepresidente económico y ex presidente de Bankia,
Rodrigo Rato, quien ha explicado que las tarjetas opacas de Caja Madrid que investiga la Audiencia Nacional constituían "un
incentivo perfectamente legal", equiparable a los que se veían en el resto del sector, informan
agencias.
En este sentido,
Rato, que personalmente gastó 99.054 euros con las tarjetas entre febrero de 2010 y mayo de 2012, considera que este sistema de pago a directivos por el que está sentado en el banquillo estaba amparado en la ley de 2003 que regulaba el funcionamiento de las
cajas de ahorros para toda España.
Rato ha comenzado a responder a las preguntas del fiscal Anticorrupción,
Alejandro Luzón, al que ha asegurado que al día siguiente de acceder al cargo, el entonces director general
Ildefonso Sánchez Barcoj le entregó una tarjeta para uso personal y con carácter remuneratorio, y otra para gastos de representación.
En aquel momento, entendió que se trataba de una
forma de pago para los órganos de gobierno y para el comité de dirección; y es que según Rato las cajas que dieron lugar a
Bankia eran muy pequeñas y casi todas tenían dietas por asistencia, pero
Caja Madrid tenía unas condiciones distintas para los directivos al tratarse de la cuarta entidad de España.
Dichas tarjetas, ha explicado, tenían un límite anual fijado antes de su llegada a
Caja Madrid, límite que él nunca modificó y que no recuerda si gastó íntegramente.
Rato ha argumentado que
Bankia siguió declarando el importe desembolsado con las tarjetas opacas como "gasto deducible" por lo que si la entidad considera que le sirve para desgravar a Hacienda sostiene que "no puede ser un gasto irregular".
Además, el exresponsable de Caja Madrid se refirió a que esta entidad tenía un Comité de Retribuciones desde 2004, que era el encargado de fijar los incentivos para los altos cargos de la entidad, asunto que evaluaban "de manera periódica".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com