- La nueva tasa oscila según la zona, nada menos que entre 25 y 742 euros por cajero.
- La banca estudia ya un recurso: considera que la tasa es confiscatoria.
- Ya pagan impuestos por la propiedad o alquiler y por actividades económicas.
- Y consideran, sobre todo, que no es ninguna utilización extra de la vía pública.
- Todo responde al esquema fiscal de Podemos: impuestos finalistas e ideológicos.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves, 13 de octubre,
las nuevas ordenanzas fiscales para 2017 que impone un nuevo impuesto a los bancos por los
cajeros automáticos en la calle. Incluso, recurriendo al eufemismo: se trata de un "aprovechamiento especial del dominio público". Es la última 'broma' de
Manuela Carmena (de Ahora Madrid, eufemismo a su vez de Podemos).
Esa nueva tasa, por poner un ejemplo, sólo al
Sabadell le costará
85.000 euros al año. Es una buena media respecto al banco potencialmente más perjudicado,
Bankia, y al resto de entidades, que tendrán que pagar en función del número de cajeros que tengan y de las zonas en que estén ubicados.
Y es que la nueva tasa oscila nada menos que entre 25 y 742 euros por cajero según la zona.
La banca está que trina y ya estudia un recurso contra la ordenanza del consistorio madrileño, pues considera que la tasa es confiscatoria. Al mismo tiempo, señala que ya
pagan impuestos por la propiedad o el alquiler y por actividades económicas. Y además, consideran, sobre todo, que el hecho de tener cajeros automáticos no supone ninguna utilización extra de la vía pública.
Pero la última 'broma' de Carmena también
ha hecho saltar las alarmas en el sector bancario. Imagínense que a todos los municipios de España les diera por hacer lo mismo que Madrid.
Todo esto no responde a otra cosa que al esquema fiscal de
Podemos, es decir, a
impuestos finalistas e ideológicos. Y es que la nueva tasa a cajeros no es, como el IRPF, por el hecho de ser (español), sino por los servicios, y con claro trasfondo ideológico. Otro ejemplo es la subida del impuesto de vehículos de tracción mecánica -el famoso
numerito del coche-, un 10% de media para turismos y motos de alta gama.
Un último apunte. El Ayuntamiento de Madrid decide al margen de las consecuencias, que al final pagamos todos los ciudadanos. Y es que
la tasa a cajeros puede provocar no sólo que haya menos cajeros, sino también más comisiones... y esas las pagamos todos.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com