• El Gobierno y la oposición sirios se reúnen de nuevo en Ginebra para acabar con la guerra.
  • El futuro del presidente sirio, Bashar al Assad, es el mayor elemento de desacuerdo y en el que ahora parece casi imposible que gobierno y oposición pacten.
  • El objetivo es que, de aquí a seis meses, Siria cuente con una nueva constitución.
Delegaciones del Gobierno y de la oposición de Siria comienzan este lunes en Ginebra las negociaciones para una transición política que permita poner alto a cinco años de guerra civil. Esta es la segunda vez en seis semanas que ambos bandos se reúnen, convocados por la ONU, informa Efe. La reunión ha estado marcada por una incertidumbre similar a la que caracterizó la ronda anterior de consultas acerca de la decisión que tomarían el Gobierno de Damasco y la alianza opositora -representada por el Comité Supremo para las Negociaciones (CSN)- de acudir a estas negociaciones. El conflicto se estima ha provocado unos 300.000 muertos, que el 11 por ciento de la población haya sufrido alguna lesión o discapacidad y que la mitad de la población del país -estimada en unos 22 millones cuando estalló la guerra- haya huido de sus hogares. La figura del presidente sirio Bashar al Assad y su futuro se mantienen así como el mayor elemento de desacuerdo y en el que ahora parece casi imposible que gobierno y oposición puedan llegar a algún terreno común. Sin embargo, nunca en cinco años las condiciones han parecido tan propicias para alcanzar una solución, con un acuerdo para el cese de hostilidades en vigor y mejoras concretas en el acceso humanitario a poblaciones cercadas militarmente. El mediador de la ONU para este proceso, Staffan de Mistura, ha dicho que su intención es entrar rápidamente y de lleno en discusiones políticas de fondo y evitar que las delegaciones se enreden nuevamente en temas de procedimiento, lo que el pasado 3 de febrero le obligó a suspender la primera ronda de consultas. De Mistura ha dicho una y otra vez que "no hay plan B" para Siria aparte de estas negociaciones y que un nuevo fracaso significaría el retorno a la guerra de manera indefinida, por lo cual -a su juicio- la cuenta atrás empieza mañana. "La cuenta atrás va a comenzar el 14 de marzo, sin esperar los primeros pasos de la transición o que nos pongamos de acuerdo sobre una fórmula política aceptable para todos... es así como he decidido interpretarlo", ha explicado el mediador. De lo contrario se volvería a caer en la trampa "de continuar dilatando los plazos sin cesar". El objetivo es que de aquí a seis meses Siria cuente con una nueva constitución, un plazo que De Mistura no considera apretado, ya que esto "podría hacerse en 48 horas", y en el que también debería haberse puesto en pie un gobierno de transición. La idea es arrancar con lo que el mediador ha denominado "conversaciones de proximidad", es decir, con las dos partes hablando por separado con él, pero no directamente entre ellas. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com