- La bolsa es el termómetro: el grupo sube un 30% en el año desde los mínimos de final de año.
- Repsol duplicó la producción hasta 700.000 barriles diarios desde la compra de Talisman.
- Pero necesita rentabilizarla (le costó 10.400 millones), a pesar de adaptarse a los precios del crudo con el refino.
- El llamamiento de Putin para poner orden en el sector prende en los grandes países productores.
- Rusia no está en la OPEP, pero su economía depende del crudo… y les dobla el pulso en el gas.
Repsol celebra que el petróleo suba. Lógico y se lo agradece a
Vladimir Putin, que es el que lo ha conseguido tras su llamamiento a los productores para que pongan orden en el sector. El grupo español, si la tendencia se mantiene, no sólo aumentará márgenes, como el resto de petroleras, sino que encontrará con la mejor vía para rentabilizar la compra de la canadiense
Talisman, en 2014.
Esa adquisición no realizó en el mejor momento -el
petróleo comenzaba a caer en picado, desde los 100 dólares por barril-, aunque sólo el tiempo juzgará la operación adecuadamente. Y ahí está mayor reto para el Ceo,
Josu Jon Imaz, con todo el poder ejecutivo, pero con
Antonio Brufau pendiente (
los dos en la imagen).
Si los precios del
barril retoman la senda ascendente
Repsol lo celebrará también con cava, lo que no quita que haya sabido adaptarse escenario prolongado de bajos precios de
los dos últimos años.
Eso explica también su
comportamiento en bolsa. El año pasado por estas fechas el valor se precipitaba a la baja (la acción pasó en tres meses 12,55 euros a mínimos de en 8). Desde enero, sin embargo el valor ha repuntado un 30%, hasta 12,7 en los que cotiza estos días. Los analistas -este martes
HSBC- empiezan a hacer sus cálculos y a mejorar la previsión del valor.
La explicación está en las dudas que provocó la
compra de Talisman (entre precio y deuda, 10.400 millones de euros) y en la evolución posterior. Repsol tenía mayor tamaño y sobre todo,
más reservas de petróleo… pero seguía condicionada por los precios a la baja del crudo.
Repsol se ha afanado mientras en combinar el recorte de costes (despidos) y en
compensar con su negocio de refino y comercialización (
downstream), los puntos débiles en
exploración y producción (
upstream).
Siguen al frente de esas áreas,
María Victoria Zingoni y
Luis Cabra, respectivamente, tras los
cambios en el organigrama. Cabra es
mano derecha de Imaz.
Todo puede cambiar ahora, a pesar de que el grupo aguantó con precios del crudo a
30 dólares, o mejoró sus resultados con los precios a
40 dólares. ¿Cómo no va mejorar más todavía con un barril entre
60 y 70 dólares? En esa horquilla de precios se mueven los analistas con un horizonte a cinco años. La producción seguirá, no obstante, como hasta ahora:
700.000 barriles diarios.
Llamamiento de Putin
El precio del petróleo está ahora por encima de los 50 dólares -ha llegado a tocar los 54- después del llamamiento de Putin para poner orden en el sector. Entiéndame, poner orden, en este caso, significa
dejar de bombear en exceso, como ha ocurrido estos años, con dos objetivos: que el precio suba (o sea, que los productores ganen más) y que las
inversiones sean más rentables (por eso se han recortado).
Pero eso pasa necesariamente por los tres principales productores,
Arabia Saudí, que mantiene un pulso para ningunear a
Irán,
EEUU, que lo necesita para rentabilizar el
fracking, y
Rusia, cuya economía es muy dependiente del crudo y del gas.
Lo que dijo en concreto Putin, al inaugurar en Estambul el
Congreso Mundial de la Energía, es que la sobre producción continúa, "la fluctuación de precios será impredecible, con malas consecuencias para los productores y los consumidores".
Putin saludó por este mismo motivo el reciente acuerdo de la OPEP, cártel en el que no está Rusia, para
reducir el bombeo de 33,24 a 32,5 barriles diarios, aunque la decisión tiene que ser ratificada en noviembre.
Rafael Esparza