- Encima, en el PSOE crece la división interna, aunque sólo Fernández Vara se atreve a discrepar públicamente de Sánchez.
- El líder del PSOE ya tiene lo que quería: el aval de la ejecutiva para la hablar con Podemos y Ciudadanos, que ya le han dicho que no.
- Llama la atención el clamoroso silencio de la presidenta andaluza, partidaria de que el PSOE pase a la oposición tras el naufragio del 26-J.
El secretario general del PSOE,
Pedro Sánchez (
en la imagen), se dedica al postureo tras su no a
Mariano Rajoy. Hoy se le ha hinchado la boca al decir que lo que toca ahora es hacer "política grande", por lo que ha anunciado que va a hablar con el PP. Para acto seguido anunciar que el PSOE no hará presidente a Rajoy. Entonces, ¿para qué hablará con el PP?
Más postureo: el líder del PSOE ha pedido a
Podemos y Ciudadanos que "levanten" el bloqueo mutuo y dialoguen. El socialista ha anunciado que va "a hablar, no a negociar"
con todos los partidos con representación en el Congreso, menos Bildu. Incluso, con el PP y los nacionalistas. "Vamos a ver qué solución encontramos".
Pero además de todo ello, diversas informaciones de los medios de comunicación aseguran que dentro del PSOE
existe división interna a causa de la postura de Sánchez de bloquear la formación de Gobierno, con el PSOE en la oposición.
El único que hoy ha dicho algo ha sido el socialista extremeño
Guillermo Fernández Vara, quien asegura discrepar de Sánchez. Pero eso sí: se
muestra de acuerdo en que todos los diputados socialistas sigan las directrices del partido. Entonces, señor Vara, ¿cómo salimos de esta situación?
Llama la atención también el silencio de la lideresa andaluza socialista
Susana Díaz. Tras los resultados del 26-J dijo que
los ciudadanos habían puesto al PSOE en la oposición. Y desde entonces no ha dicho nada. Pero para que haya oposición, hará falta un Gobierno, ¿no, señora Díaz?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com