- La última entidad en hacerlo, Bankia, que estudia vender el 75% de sus pisos y solares a Cerberus.
- En verano, BBVA comenzó a sondear la posibilidad de vender dos grandes carteras tóxicas por unos 2.000 millones de euros.
- Popular analiza la colocación de activos adjudicados por unos 5.000 millones.
- Y Santander ha colgado el cartel de 'se vende' a una cartera de hipotecas morosas valorada en 800 millones.
- La pregunta es: ¿Qué puede hacer un fondo buitre que no haga un gran banco?
Hace dos o tres años ya se decía que España estaba barata. Y sigue siendo así. Nuestro país continúa siendo una gran oportunidad, sobre todo para los grandes f
ondos buitre internacionales, que van por el mundo en busca de chollos para comprar o, si lo prefieren, en busca de oportunidades para invertir.
Sea como fuere, esos
fondos oportunistas han encontrado un filón importante en los activos
tóxicos de la
banca. Y es que las entidades quieren deshacerse de sus activos adjudicados de una manera rápida. Ya no quieren gestionar esos activos
tóxicos. Ahora se los 'regalan' a los fondos.
El último ejemplo, el de Bankia, que estudia vender el 75% de sus pisos y solares al
fondo Cerberus. Y tengan por seguro que si finalmente lo hace, no será a buen precio. Como tampoco sacará un buen precio de venta BBVA si finalmente coloca las dos grandes carteras de activos
tóxicos que puso en el mercado este verano y que están valoradas en unos 2.000 millones de euros.
Popular también ha cogido el mismo camino y está analizando la mejor manera para deshacerse de unos 5.000 millones en activos adjudicados. Y el Santander tampoco se libra: en julio de este año comenzó la colocación, entre
fondos internacionales, de una cartera de 2.600 hipotecas morosas valoradas en unos 800 millones de euros.
La pregunta es, ¿qué puede hacer un
fondo buitre que no pueda hacer un gran banco? Porque el banco que vende carteras dudosas, en realidad, está renegando de su trabajo. Es como si un fontanero delegara su trabajo en un 'chapuzas' porque el grifo en cuestión es muy difícil y costoso de reparar.
Lo
fondos buitre harán lo que sea para sacarle todo el jugo posible a esos activos
tóxicos, adquiridos a precio de ganga. Los llevarán a los juzgados, los titulizarán para colocarlos en paquetes a otros inversores, etc. Y, por supuesto, lo harán sin tener en cuenta quién está detrás de cada operación.
En definitiva, los bancos les 'regalan' los activos
tóxicos a cambio de quitar esa losa de sus balances. En otras palabras, los bancos han dejado de hacer
banca. Ya no intentar cobrar los créditos dudosos. Se los quitan de encima. En su descargo hay que decir que la regulación les empuja a ello.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com