- Fuera del sistema y dentro del sistema, para cargárselo, propone hasta el control de los puertos y aeropuertos.
- El procés ha dejado temblando a dos grandes bancos, Caixabank y Sabadell, y ahora quiere darles la puntilla.
- Con contradicciones frívolas, además, para construir una banca pública, al margen de Montoro, ¿con ficha del BCE?
- Todo le vale para echar más leña al fuego, hasta con los mossos, a los que deja en evidencia por su ayuda el 1-O.
- Pensar que la CUP es un socio necesario irrita las neuronas, pero no las de Puigdemont o Junqueras.
- Rajoy no pasa de pedir que se retire la declaración de independencia "para evitar males mayores" (su letargo irrita hasta a los marianistas).
- Mientras, el Constitucional ya ha suspendido el pleno en el que se podría declarar. Sigue el espectáculo.
Los antisistema de
CUP ya hicieron el ridículo tras el
atentado yihadista en Barcelona,
sin dar en el clavo de nada, y siguen en sus trece. Si entonces -trágica jornada aquella- no hicieron alusión alguna a la causa -no el yihadismo islamista, sino al
terrorismo fascista que provoca el capitalismo-, ahora piden el control, hasta el dominio, de los
puertos y
aeropuertos. El otro frente está en el Gobierno, pero
Rajoy no ha pasado de pedir a Puigdemont que retire la declaración de independencia y evitar así "males mayores". Claro que eso mismo, su pasividad, es lo que está poniendo nervioso a su parte más fiel en el PP, los
marianistas.
La
figura de la CUP, esta vez, no es
Anna Gabriel, la dirigente para el
procés en el
Parlament, sino su compañera de filas
Eulàlia Reguant (
en la imagen), que echa el resto en una entrevista en
Nació Digital. Sorprendentemente, la CUP, dice, no marca el paso al
Govern ("¡Ya me gustaría a mí!", añade). Habría que preguntar qué piensan a
Puigdemont o
Junqueras, que han llegado al precipicio gracias a ellos.
Por supuesto, el 1-O "hubo un
referéndum vinculante" y a partir de ahora, o sea el lunes, toca "aplicar lo previsto en la ley del referéndum", o sea la declaración de independencia. Ninguna alusión a los que quedan fuera del barco mientras éste zarpa hacia destino desconocido.
Nada repele a
Eulàlia Reguant para echar más leña al fuego, como si no fuera suficiente la fractura social que el
procés de marras ha provocado, también por la actuación policial, enviada a esa región como a una ratonera.
¿Los
mossos? Los
mossos, responde, "se han puesto de perfil". Ojo, pero "
no hicieron nada para impedir que el referéndum se celebrara" -los deja en evidencia-, "pero tampoco hicieron nada de forma proactiva para ayudar a que se celebrara". Hay que echarle
morro al
piquito, que lo mismo le llaman de la
Audiencia Nacional para que preste declaración contra
Trapero.
La cuestión, en cualquier caso, es que ahora toca que el
Parlament declare la independencia, ¡oh cielos!, "con todos sus efectos". De momento no se ha convocado el pleno, previsto en principio para el próximo lunes, pero el
Tribunal Constitucional ya lo suspendido cautelarmente, atendiendo al
recurso de amparo del PSC en el que pedía que se declare nulo el acuerdo de la Mesa para convocalo.
Pase lo que pase, el paso siguiente para la CUP será el control del nuevo territorio
republicano, como los
puertos y
aeropuertos, y aprtir de ahí el resto, también el
capital y los flujos de capital por si
Montoro hace algo. Lo primero que propone, en concreto, es "dejar de trabajar con
La Caixa, el
Sabadell y
BBVA,
ya lo hemos pedido" (al
Govern), porque hablamos de
pérfidas entidades que apuestan mantener el
statu quo "porque son
statu quo".
El objetivo es construir el
Instituto Catalán de Finanzas para que sea "la banca pública que no ha sido hasta ahora". Pero ¿con reconocimiento de quién, del
BCE? Ya saben que eso no es posible y que por ese motivo cambian las sedes esos bancos.
Lo más interesante, con todo, está en los comentarios que vienen después, de los propios lectores. No pierdan la paciencia, dosifiquen sus emociones, es una Arcadia inexistente y, poco feliz, sobre todo para los excluidos.
Rafael Esparza