- Con el presidente Mohamed Morsi, los cristianos coptos dejaron de tener garantizada su protección y los ataques a sus propiedades fueron diarios.
- Y cuando los militares expulsaron del poder a los Hermanos Musulmanes, los cristianos fueron responsabilizados de su caída y se convirtieron en el blanco de las iras de los islamistas.
- Más de 80 iglesias fueron prendidas en llamas, totalmente calcinadas, centenares de comercios de propietarios coptos destrozados…
- "A mi hermana llegaron a seguirla por la calle, la agredieron e intentaron violarla. Estuvo meses con tratamiento psicológico", cuenta.
David Tawfik, cristiano egipcio refugiado en España, ha contado a
Alfa y Omega lo que ocurrió durante la
Primavera Árabe en Egipto (a partir de 2010 y hasta 2013).
La Primavera Árabe fue un éxito en Túnez, donde prendió la llama de la revolución, pero en Libia, Yemen o Siria originó graves enfrentamientos. En Egipto, los manifestantes lograron en 2011 la dimisión de
Hosni Mubarak tras 30 años, aunque el remedio resultó ser peor que la enfermedad. «La primavera árabe trajo
graves persecuciones a los cristianos», asegura David Tawfik, copto ortodoxo, que recuerda con horror el ascenso al poder de los
Hermanos Musulmanes.
Con el presidente
Mohamed Morsi la tensión social se hizo insoportable. El Cairo se convirtió en una olla exprés. Los coptos dejaron de tener garantizada su protección y los ataques a las propiedades de cristianos eran diarios, cuenta.
Y añade que lo peor ocurrió en el verano de 2013, cuando
los militares dieron un golpe de Estado y expulsaron del poder a los Hermanos Musulmanes. Los cristianos fueron responsabilizados de su caída y se convirtieron en el blanco de las iras de los islamistas. Aquel verano fue el infierno para los cristianos. Más de 80 iglesias fueron prendidas en llamas, totalmente calcinadas. Centenares de comercios de propietarios coptos destrozados…
"A mi hermana llegaron a seguirla por la calle, la agredieron e intentaron violarla. Estuvo meses con tratamiento psicológico", relata.
"La Policía no garantizaba la protección de los cristianos. Por eso nos fuimos. Yo estoy en España y el resto de mi familia en Alemania. No volveremos a mi país", añade.
Preguntado por si volvería a dejar todo por su fe, responde: "Sí. Y lo haría con mucha alegría.
Ya lo decía Jesús en el Evangelio de san Juan: «Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí antes que a vosotros». «Acordaos de mi palabra: el siervo no es mayor que su Señor y si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros». Pido a todos los cristianos de Occidente que recen por los de Oriente Medio".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com