- Hasta en sus promesas, siempre vergonzantes.
- El gran objetivo económico para una nueva legislatura consiste en reducir el paro ¡al 13% en 2019!
- Mientras, una vicepresidenta crecida se hace economista. Ya no le falta nada para la Presidencia.
- El plan nacional de reformas es mezquino, tanto en su modelo de crecimiento como en fiscalidad.
- Gran balance de cuatro años y medio de gobierno: recuperar el PIB pre-crisis al final de 2016.
- Y Cándido Méndez, Medalla de Oro al mérito en el Trabajo. Pero si los sindicalistas no dan palo al agua.
- Por supuesto, ninguna propuesta del PP en materia de libertades. Por ejemplo, en el derecho a la vida.
Consejo de Ministros del viernes 29 de abril. El PP está crecido. La vicepresidenta,
Soraya Sáenz de Santamaría sale a escena con dos guardaespaldas: los dos primeros espadas del Ejecutivo en materia económica.
Cristóbal Montoro y Luis de Guindos (
los tres en la imagen). Pero ojo, el Plan Nacional de Reformas (PRN) lo presentará ella. Para sus sherpas deja el
Plan de Estabilidad que enarbolan los titulares de Economía,
Luis de Guindos, el hombre al que no le gusta hablar para profanos, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, el hombre que más partido le saca a las obviedades. Ahora bien, el Plan Nacional de Reformas (PNR), la cabeza de la campaña electoral del PP, aunque económica de corazón, o precisamente por ello, es predicada por
Soraya, porque ya sólo le falta saber de Economía para ser califa en lugar del califa y convertirse en la señora presidenta,
la primera presidenta de España.
En cuanto el plan de reformas del PP es timorato, mezquino, posibilista y socialdemócrata.
De liberal nada. Con decirles que el gran objetivo es que la tasa de paro se reduzca al 13% en 2019, al final del cuatrienio que se presenta a Bruselas.
No hay que ser tan pusilánime como el PP ni tan cobardón como
Mariano Rajoy. Un plan a cuatro años tiene que tener por objetivo el
pleno empleo. Y si no es un plan propio de cobardes.
Guindos vende que llevamos cuatro años de superávit comercial. Cierto,
la Balanza de Pagos constituye el éxito de la gestión de
Rajoy, pero todo lo demás… Montoro asegura que el PP ha sabido luchar contra el
déficit fiscal. No es verdad, porque lo que ha hecho el PP es cambiar
deuda por déficit e incluso el plan que plantea es tan cobardica que acaba manteniendo la
presión fiscal en el 38% a lo largo del cuatrienio. Para llorar.
Y
toda esta cobardía la venden como un entusiasta
plan de acción. Soraya crecida ante la nueva
convocatoria electoral, asegura que se va a luchar por la calidad en el empleo, pero
el salario mínimo seguirá paralizado.
Más. La fiscalidad clave de la política económica de un Gobierno (los gobiernos son entes dedicados a subir y
bajar impuestos, esto último rara vez) continúa por la misma senda. Impuesto altos (sí, porque la presión fiscal es menor que en Europa pero el esfuerzo fiscal no), lo que posibilita el
fraude. En cualquier caso, se mantienen, incluso se proyecta
aumentar los ingresos por cuotas sociales, el impuesto que más grava el empleo,
que más paro y precariedad provoca.
Por lo demás, escenificar el buen rollito con Cataluña
sin renunciar a los recursos. Seguramente es lo que hay que hacer pero resulta llamativo que no se haya hecho antes.
Y
ayudas adicionales al sector del carbón, ayudas que no tienen mucho sentido dado que siguen siendo
subvenciones bobas para un sector que caduca en 2018. Mejor que seguir ayudando a los mismos de siempre sería buscarle trabajo a los subvencionados de siempre.
Y muy bueno lo de la Medalla al Mérito en el Trabajo para el secretario general de UGT,
Cándido Méndez. Pero hombre, si los sindicalistas se distinguen por no dar palo al agua…
Al cobarde hasta las metas nimias se le vuelven imposibles.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com