- Después de 33 heridos y daños en el mobiliario urbano cuantificados en 67.500 euros, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pidió ayer "prudencia" a los Mossos d'Esquadra.
- El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, lo clavó: "A veces, cuando algunos alimentan determinados movimientos sociales, acaban descontrolándose y les explotan en la cara".
La alcaldesa de
Barcelona, Ada Colau, pidió ayer jueves "prudencia" a los
Mossos d'Esquadra después de la tercera jornada de disturbios en el barrio de Gràcia de Barcelona, tras el desalojo del edificio de una antigua sucursal de Caixa Catalunya denominada "banco expropiado". Les emplazó a asegurarse de que sus actuaciones en el distrito durante los disturbios que puedan producirse estén orientadas a "evitar una escalada de violencia, proteger a los vecinos y minimizar los daños".
Para más inri,
Colau ha propuesto una solución: que las asociaciones de vecinos del barrio de Gràcia medien en el conflicto por el desalojo de la antigua sucursal bancaria bautizada por los okupas como 'Banc Expropiat'. A eso se le llama asumir responsabilidades, sí señora.
Según Colau, su intención no es "trasladarles la responsabilidad a los vecinos". "Quizás podemos buscar una fórmula a través de ellos".
La primera edil hizo hincapié en que se ha ofrecido a buscar un local para que puedan seguir llevando a cabo las actividades sociales 'muy positivas' que los ocupantes llevaban a cabo en el mencionado local.
La alcaldesa insistió en transmitir al consejero de Interior,
Jordi Jané, "cierta preocupación" por quienes ponen en entredicho que "la proporcionalidad de la policía sea la adecuada" en todos los casos, lo que refleja que la unidad antidisturbios "podría haber cometido algún error".
Por su parte,
Jordi Jané dijo que no puede existir ningún tipo de "complicidad" con las personas que protagonizan los altercados, tras lo que reclamó que no se "politicen estos hechos ni se cree confusión". Según el responsable de Interior, no hay ninguna duda de que se enfrentan con grupos de vándalos bien organizados y
bien equipados que saben mezclarse entre la mayoría de manifestantes.
El balance de estas noches de protesta hasta el momento es de dos detenidos, 33 heridos y daños en mobiliario urbano cuantificado en 67.500 euros.
La verdad es que el ministro de Justicia en funciones,
Rafael Catalá, 'lo clavó' ayer cuando dijo: "A veces, cuando algunos alimentan determinados movimientos sociales, acaban descontrolándose y les explotan en la cara".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com