Tal y como informamos en Hispanidad, a Bruselas no le gusta Hungría, porque defiende su Constitución sobre la europea y su soberanía, no está dispuesta a dejar que los niños y jóvenes sean adoctrinados, defiende la vida y la familia y es fiel a sus principios cristianos. Pese a los continuos ataques que sufren, la economía húngara es todo un ejemplo, una de las mejores economías europeas.

Su PIB en el año 2020 tuvo una caída del 4,5% que recuperó en 2021 creciendo un 7,1%, y este año, la previsión es de un 5,2%, lo que logra mientras reduce su deuda pública. El país ha visto crecer su economía en los últimos doce años. Cuando Orbán llegó al poder en 2010 encontró una economía "totalmente rota", y dedicó los primeros años de su gobierno a tratar de fortalecer y recuperar de una forma coordinada el empleo, los sectores económicos y la revitalización de la familia, convencido de que "no es posible construir una sociedad sana sin familia”. Gracias a sus iniciativas económicas ha hecho que la maternidad se vea incrementada en un 25%. Por ejemplo, el 2,5% del PIB se dedica a la promoción de la familia, el IRPF se reduce en función del número de hijos e incluso se ve suprimido para los jóvenes menores de 25 años. Todo ello, pese a que Bruselas tiene bloqueados los fondos europeos al país húngaro, y es que la Comisión Europea ha decidido llevar a Hungría ante la justicia, por discriminación del colectivo LGTBIQ, “a raíz de una ley húngara que discrimina a las personas por su orientación sexual e identidad de género”. A juicio de la Comisión, Hungría "no ha respondido de forma suficiente" y está poniendo en riesgo los principios europeos, pese a que el 90% de los húngaros votaron 'no' al adoctrinamiento en ideología de género a sus hijos en las escuelas. 

A juicio de la Comisión Europea, Hungría "no ha respondido de forma suficiente" y está poniendo en riesgo los principios europeos, pese a que el 90% de los húngaros votaron 'no' al adoctrinamiento en ideología de género a sus hijos en las escuelas

Ahora el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha contestado a Bruselas, y ha acusado a la Unión Europea de hacer un ejercicio de imposición de valores sobre su propio país "Que vivan como quieran, pero que nos dejen vivir. Solo hay aceptar que el padre es hombre y la madre es mujer". "En lugar de transgénero, solo tenemos Transilvania", aclarando que seguirá luchando por defender la identidad cultural y política de Hungría. Además, ha señalado una vez más al millonario húngaro-estadounidense George Soros como el verdadero arquitecto de la política europea.

Y ha aprovechado para hablar de la guerra, criticando la actuación de Bruselas y EE.UU, puesto que ignoran las preocupaciones de Moscú sobre la proximidad de la presencia de la OTAN en zonas fronterizas: "La fuerza, el prestigio y la capacidad de actuación de Occidente se están desvaneciendo". Y asegura que "con Donald Trump y Angela Merkel", la guerra "nunca habría ocurrido".

Teoría que continúa: "No habrá alto el fuego ni paz sin una negociación ruso-estadounidense porque Moscú ya no quiere discutir con los líderes de Europa, que no pudieron hacer cumplir los acuerdos de Minsk de 2015". "Por tanto, las negociaciones de paz solo serán realistas en 2024, tras las elecciones presidenciales en EEUU", ha declarado el primer ministro, haciendo alusión a las próximas elecciones en Estados Unidos y en las que todo apunta que un nada popular Biden no repetirá mandato. 

"Los rusos formularon una demanda de seguridad muy clara, que enviaron a la OTAN y a EEUU, por la que exigen que Ucrania nunca se convierta en miembro de la OTAN. La OTAN se negó y no quiere discutirlo. Por eso Rusia está tratando de imponerse con las armas", ha añadido.