Pedro Sánchez aparece en escena cada sábado, en un salutífero empeño de acompañar a sus ‘compatriotas’ en el momento del almuerzo sabatino… que es justo lo que están esperando las familias españolas cada sábado. 

De entrada, Sanchinflas retrocede: habrá liga de fútbol. Y el 8 de junio, cuando se esperaba para el 21. Y habrá turismo nacional para junio y turismo internacional. ¿A que no?

La verdad es que será un fútbol sin público, una emocionante experiencia de la nueva normalidad postcoronavirus, donde la gente camina vestida de astronauta por las calles y todo es alborozo, oh sí. 

Y todo por la misma razón: el confinamiento sádico del Gobierno socio-podemita ha colocado a muchos españoles, a pesar del miedo reinante, al borde del estallido social. Entonces, en su mejor estilo sanchinflesco, Pedro Sánchez rectifica e incluso adelanta la temporada de fútbol.

Y no sólo eso, faltaba la chapuza sanchinflesca. Después de implantar la cuarentena, de obligar a las aerolíneas a viajar vacías, o sea, a suspender viajes, y a los hoteles y restaurantes a abrir para cerrar por falta de público, Pinocho Sanchinflas asegura que sí habrá temporada turística nacional e internacional, mismamente a partir de finales de junio y desde el 1 de julio. Primero mata a la gallina de los huevos de oro y luego le exige que resucite en 24 horas.

Es lo que ocurre cuando no se ha trabajado nunca en una empresa privada, sino que uno ha vivido del Estado desde que acabó los estudios. Sánchez considera que les hace un gran favor a los hoteleros, al decretar un 23 de mayo que los hoteles deben abrir de inmediato y gestionar un turismo de verano que empezaba el 1 de junio, no de julio. Como si los paquetes vacacionales no estuvieran vendidos desde febrero y como si los circuitos internacionales de turismo (Reino Unido, Alemania y Francia, principalmente) se pudieran poner en marcha en cuestión de unas pocas semanas, tras el 23 de mayo. Y encima fue él quien ha provocado el desastre turístico. Como aseguraba un pequeño empresario hostelero cuando escuchaba a don Pedro: “Mejor me callo porque si no, chillo”.

La culpa de que el PSOE pactara con ETA la tuvo… el PP. ¿No hay alternativa al confinamiento? Mentira, sí la hay. Por ejemplo, un confinamiento menos severo, como el de otros países

Pinocho, Cantinflas y Chávez todo a un tiempo.

Pero hoy tocaba Pinocho el mentiroso. Sobre todo, Pinocho. La teoría es que el humilde Pedro Sánchez ha sido quien ha “arrinconado” al virus… pero el malvado bicho sigue al acecho.

Que el bicho haya caído por sí mismo, por puro término de su ciclo de vida, por el calor y por la inmunidad creciente de los españoles (48 muertos durante las últimas 24 horas, Ver documento adjunto)… resulta secundario.

En algo tiene razón don Pedro: son en verdad los españoles quienes han vencido al virus, sus propios cuerpos, sus propios organismos… pero no lo han  vencido por haber obedecido su sádico arresto domiciliario absurdo, sino por las tres razones antedichas: son nuestros propios organismos, creados por Dios con gran brillantez, los que están venciendo al virus y es el propio virus, como todos los de su familia, el que muestra ‘motu proprio’, una vida corta y, por último, como a casi todos los virus, el calor no les gusta.

Pero Pinocho tiene que convencernos de que su confinamiento no ha fracasado y continúa -hoy también- comparando a España consigo misma. Si se compara con los países de más tránsito del mundo (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, España e Italia) resulta que es España el que presenta más muertos y más infectados (así como el de más sanitarios afectados) de los cinco. Ese es el gran fracaso de Sánchez y, naturalmente, lo que está dispuesto a ocultar con más ahínco: que su confinamiento ha sido un fracaso. Un buen bolivariano nunca reconoce sus errores. Como diría Marlaska, eso sería arrepentirse, lo propio de la caverna, algo horrible.

¿No hay alternativa al confinamiento? Mentira, sí la hay. Por ejemplo, un confinamiento menos severo, como el de otros países… con menos muertos, menos infectados y menos sanitarios abandonados a su suerte.

Pinocho Sanchinflas, chapuzas… y caradura: “La culpa de que el PSOE pactara con ETA la tuvo… el PP”. Ya no los había contado ‘Marisú’ con mucho más salero, pero Sánchez ha explicado (“por quinta vez”, se molesta con los preguntones) que necesitó los votos de los etarras, lo que siempre dijo que no haría porque el PP le había dicho que no. Y  le dijo que no para “salvar vidas” y la única manera de salvar vidas que conoce ‘Pinocho Sánchez Chávez’ es el confinamiento forzoso… que ha resultado inútil frente al virus y ha arruinado a los españoles.

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Naturalmente, luego se demostró que no necesitaba para nada las abstenciones de los etarras, ni mucho menos ceder en la reforma laboral ante la izquierda podemita pero, según él, entre Nadia Calviño y Pablo Iglesias no hay ninguna contradicción. Claro que no: Calviño dice que es absurdo plantearse en estos momentos la reforma de la reforma laboral del PP mientras Pablo Iglesias asegura que se va a derogar y de forma íntegra. Pero Pinocho Sánchez no ve contradicción.

Y encima, el ingreso mínimo vital (IMV), la nueva barbaridad podemita, se aprobará en el próximo Consejo de Ministros. Y la gran respuesta de Sanchinflas es el cambio climático: dos caminos más hacia la ruina.

Del IMV ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir. Responde a la practica comunista de cobrar sin currar, también conocida como vivir de los demás y practicar la holganza, confundiendo mérito con necesidad.

El IMV de Sánchez e Iglesias se otorgará al beneficiario a cambio de no hacer nada por la sociedad, de manera permanente, no transitoria… y ya veremos si no entra en duplicidades como los pagos similares de las otras comunidades autónomas.

El IMV, además, constituye un efecto llamada para vagos de aquí y de allá así como el desánimo permanente en la búsqueda de empleo. Significa negar el precepto fundamental de que “quien no trabaje que no coma”.

Y encima ya tenemos el ingreso mínimo vital y el cambio climático: dos caminos más hacia la ruina

Por último, significa un agravio comparativo para todo aquel que trabaja 40 horas semanales por 1.000 euros al mes… lo que no es el caso de Pablo Iglesias ni de Pedro Sánchez. Ellos cobran mucho más.

Y lo del cambio climático es otro engañabobos que nos va a hacer la vida más cara, la energía más cara, el transporte más caro, que va a destruir muchos empleos y va a desanimar la investigación sobre todo en materia de energía de fisión y fusión nuclear.

¿Esto es un presidente o es un fraude? No, es una mezcla de Chávez, Cantinflas y Pinocho. Hoy sábado 23 de mayo, más Pinocho que nunca.