María Jesús Montero, Marizú, se ha superado a sí misma este lunes, en la rueda de prensa para presentar las medidas fiscales incluidas en el Plan de Recuperación enviado a Bruselas. No se apuren: la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno no ha concretado ninguna medida porque todo dependerá del informe que presente en 2022 el comité de expertos que trabaja en la materia. Se trata de ganar tiempo y de no quemarse políticamente. En cualquier caso, es una tomadura de pelo porque no gobiernan los expertos sino el Ejecutivo.

Marizú ha trazado las líneas generales. Se trata de “empoderar” a la clase media y trabajadora -concepto muy repetido por la ministra- y de fortalecer el Estado del bienestar. El objetivo del Gobierno es “gastar mejor” el dinero público, no gastar menos. Porque, según Marizú, ese es un argumento falso de la derecha, que piensan que donde mejor está el dinero de los contribuyentes es en su bolsillo. No señores, eso no es así porque hay contribuyentes que no tienen dinero en sus bolsillos. ¿Solución? Quitárselo al que lo tiene en lugar de crear más riqueza -sin quitársela a nadie- y que parte de esa riqueza vaya a los bolsillos vacíos.

A ver si nos enteramos: el pago por uso en las autopistas y autovías no es un impuesto. Es eso: pago por uso. Por eso, no depende de Hacienda y sí del Ministerio de Fomento (así lo ha llamado Marizú en varias ocasiones). Es un asunto de movilidad y está dentro de un conjunto de medidas que incluyen, por ejemplo, los Cercanías o el transporte urbano. ¿Comprenden? Se trata de generalizar tanto que al final queda en nada. En cualquier caso, no existe actualmente ninguna propuesta concreta. José Luis Ábalos está trabajando en ello, se supone.

Pero no se apuren, porque tendremos dos comités de expertos: el ya mencionado que prepara la reforma fiscal y un segundo comité de seguimiento -dentro de Hacienda- que analice las recomendaciones de la AIReF. Es otra burla del Gobierno Sánchez.