YPF es otra beneficiada del encarecimiento del petróleo, como se ha podido ver en Disa, Occidental, Marathon y Ecopetrol, así como en los resultados de Repsol, Cepsa, TotalEnergies, BP, Shell, Equinor, Eni, Pemex, ExxonMobil, Chevron y Petrobras. Y es que ha ganado 1.007 millones de euros hasta junio y ha logrado fuertes aumentos de beneficio bruto de explotación (Ebitda) y ventas.
La petrolera, que está controlada en un 51% por el Estado argentino (el 49% restante cotiza en bolsa), ha dejado las pérdidas de hace un año y que eran una de las muestras de que le iba mejor con la española Repsol. Recuerden que fue parte de esta última, que llegó a llamarse Repsol YPF entre 1999 y 2012 tras comprar la mayoría del accionariado. Una historia conjunta que acabó cuando el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner expropió su paquete accionarial.
Ahora en el primer semestre, YPF ha aprovechado la mejora de precios y la mayor producción de hidrocarburos, tras la crisis del Covid-19. Su Ebitda ha aumentado un 30,95, a 2.500 millones; y las ventas un 41,6%, a 8.225 millones. En estas últimas, las del negocio de upstream (exploración y producción) han crecido un 24,9%; y las de downstream (refino, transporte y comercialización), un 45%; y la división de gas y energía ha ingresado 1.242 millones (+35,3%). Eso sí, también se han incrementado los gastos asociados a las ventas (+28,8%, a 6.083 millones), así como los gastos de comercialización, administración y exploración.
En el segundo trimestre, YPF también ha logrado un resultado neto positivo de 765 millones, lejos de las pérdidas de hace un año, y ha aumentado sus ingresos un 33,5%, a 4.701 millones. Además, ha tenido flujo de caja libre positivo de 291 millones, con el que ha podido reducir su deuda neta hasta los 5.659 millones.