“Lo único que teníamos para el Plan Estratégico eran los EREs… y nos los quitan”. Esa era la queja que se pudo escuchar de boca de un alto directivo de Telefónica, después de que Yolanda Díaz frenara en seco la iniciativa publicada horas antes en el diario Expansión.
Efectivamente, la compañía que preside Marc Murtra había filtrado la noticia, pero tuvo que desmentirla durante la misma mañana del lunes después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llamara a la empresa y frenara en seco la iniciativa. ¿Cómo va Telefónica, controlada por el Gobierno, a realizar un ERE de más de 6.000 empleados, justo ahora, cuando la economía española va como un cohete? ¿Cómo vamos a justificarlo? Ni hablar.
Al final, Telefónica tuvo que desmentir la primicia y, a cambio, lanzó la noticia de la destitución de Markus Haas, CEO de la filial de Alemania desde enero de 2017. Haas estuvo en el alero tras perder el principal contrato mayorista de la filial, en 2023, pero finalmente continuó en el cargo. La salida de Haas se enmarca dentro del nuevo Plan Estratégico… naturalmente.
Ahora bien, que la anécdota no nos impida ver el bosque. El principal problema de Telefónica no son los gastos sino la falta de ingresos, y ahí es dónde encalla el futuro plan estratégico que presentarán Marc Murtra y el CEO, Emilio Gayo, el próximo 4 de noviembre.
¿Ampliar capital? El problema es que al inversor no se le puede engañar y, lo más preocupante de todo: lo que está en entredicho no es si Telefónica podrá repartir dividendos en 2026, sino si podrá mantener este año el de 2024, algo a lo que Murtra se comprometió en la Junta General de Accionistas celebrada en abril.
En cualquier caso, ampliar capital, ¿para qué? Comprar Vodafone España no aporta nada salvo la deuda de la teleco controlada por el fondo británico Zegona. En Londres, de hecho, se frotan las manos ante la posibilidad de vender su único activo justo ahora, cuando toca máximos de cotización en la bolsa londinense, tras revalorizarse un 267% durante los últimos doce meses, hasta los 9.755 millones de libras (unos 11.265 millones de euros). ¿Va a ampliar capital para comprar Vodafone España y, al mismo tiempo, prometer dividendo en 2026? A los inversores no se les engatusa tan fácilmente.
Ciberseguridad: está muy bien, pero necesita mucha concreción. No es lo mismo ciberseguridad en Defensa que en el sector civil. En todo caso, Murtra sabe que las posibilidades de asociarse con Indra son escasas tirando a nulas. Los hermanos Escribano no quieren ni oír hablar de él y, además, están enfrascados en lograr el pelotazo de su vida fusionando Indra con EME.
Otra idea que sobrevuela la zona noble del Distrito C es la venta de la sede de Gran Vía 28. Malísima idea, porque 300-400 euros no solucionarían nada y estaría enviando un mensaje muy negativo al mercado vendiendo la sede histórica. Cosa distinta sería vender Distrito C, pero tampoco solucionaría el principal reto de Telefónica: aumentar los ingresos recurrentes.
Y todo esto mientras la compañía se jibariza deshaciendo posiciones en Hispanoamérica, es decir, reduciendo su capacidad de generar ingresos.
Apenas quedan cuatro semanas para el primer plan estratégico de Murtra y en Telefónica no saben qué presentar. ¿Acaso no es emocionante?