Recientemente, se ha constatado la negativa situación de las redes eléctricas de nuestro país… Las eléctricas han advertido que el 83,4% de la red de distribución está saturada y han urgido a que se hagan inversiones… eso sí, con una retribución adecuada. Y por una vez, parece que en el Gobierno se lo han tomado en serio, sobre todo, porque el lehendakari (y miembro del PNV), Imanol Pradales, ha dado diez días a Pedro Sánchez para que dé solución al colapso de la red eléctrica… vasca, por supuesto. Ya saben que los nacionalistas vascos, al igual que a los catalanes, sólo les importa lo suyo y no el resto del Estado, a pesar de que sigue recibiendo dinero del mismo. Y Sara Aagesen ha anunciado que dejará que Red Eléctrica y las empresas inviertan un 62% más para elevar la demanda en 67,7 gigavatios (GW) a 2030.

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Este viernes, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha presentado las líneas generales de la Propuesta de planificación eléctrica a 2030, así como del proyecto de Real Decreto de límites de inversión en redes. Con esto último (si logra sacarlo adelante, pues ya saben el estrepitoso fracaso que tuvo con el decreto de medidas ‘antiapagón’ antes de vacaciones), permitirá que, excepcionalmente y con condiciones, Red Eléctrica y las compañías puedan superar dichos límites e incluso anticipar hasta un 15% de las inversiones… Así, se prevé un aumento de la inversión de 3.600 millones de euros para las redes de transporte y de 7.700 millones para distribución, por encima de los niveles del 0,065% y 0,13% respecto al PIB, para los próximos años. Y entre las condiciones, se recoge que se incluya una parte (al menos el 10%) de la inversión que haga la empresa para refuerzo de la seguridad (control de la tensión, digitalización…), algo que tras el apagón del 28 de abril no es baladí (del que Beatriz Corredor sigue culpando a las eléctricas); y también un 5% a la protección de avifauna, dentro de la apuesta del Ministerio de Aagesen por la biodiversidad.

La miembro más verde del Gobierno Sánchez ha recordado que en los últimos años, nuestro país ha acaparado el interés del tejido económico “por el bajo precio de la electricidad que proporcionan las renovables” (olvidando una vez más, que en esto también contribuyen las nucleares), y que desde 2020 se han otorgado derechos de acceso a las redes para proyectos de demanda de energía que suman más de 43 GW, entre otros: 12 GW en centros de datos, 11 GW en proyectos industriales, 6 GW en planteamientos urbanísticos, 4,6 GW en almacenamiento, 3 GW en hidrógeno renovable y 2,3 GW en infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos. Aagesen ha referido que anteriores planificaciones de electricidad se centraron en atender las peticiones de acceso para generación, pero la presentada ahora tendrá como principal motor la demanda, que representa el 41% de las solicitudes recibidas, seguida por la generación (40%) y el almacenamiento (19%).

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Por ello prevé unas inversiones de 13.590 millones de euros hasta 2030, un 62% más, y destinando la misma cifra en transporte y distribución, para “cubrir las necesidades del país y cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)”. Así, estima elevar la demanda en 27,7 GW, de los que 13,1 GW corresponderán a la ruina del hidrógeno verde, que aún no es rentable y sobre el que ya hay advertencias de burbuja; 9 GW a la industria; 3,8 GW a los centros de datos; 1,2 GW a la electrificación de puertos; y 0,6 GW a la electrificación ferroviaria. Además, en los 13.590 millones de inversiones no se incluyen las interconexiones internacionales, que no están sujetas a límites, y que ascenderán a 1.520 millones; ni tampoco las inversiones financiadas con fondos europeos. 

Aagesen ha señalado que el marco presentado busca “desarrollar una red eléctrica que nos permita seguir electrificando nuestra economía, una oportunidad país. Es un marco para anticipar el despliegue de redes durante esta década, impulsar proyectos de descarbonización y modernización de la economía y reforzar la competitividad de España. Avanzamos y necesitamos, ahora más que nunca, aunar esfuerzos ante el mayor reto que tenemos por delante, el cambio climático. Por eso es necesario alcanzar un Pacto de Estado frente a la emergencia climática, que anticipe y refuerce actuaciones y nos permita estar preparados, donde esperamos contar con todos los agentes”. Un pacto en el que está insistiendo demasiado el Gobierno, tras los incendios de este verano, a pesar de que lo propuso ya hace más de tres años y aún no ha logrado convertirlo en realidad.

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La vicepresidenta tercera debería tener en cuenta que ante la saturación de la red eléctrica, no sólo hay que hablar de la planificación y los límites, sino que es clave que haya una retribución adecuada. Así lo han recordado hace unos días desde la patronal eléctrica Aelec y José Bogas, CEO de Endesa, pues no les gusta la retribución propuesta por la CNMC (6,46%), algo que también les sucede a Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, y Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy. Y ojo, porque si tanto quiere luchar contra el cambio climático, apostar por la competitividad y elevar la autonomía energética, debería dejar de empeñar en cerrar las nucleares, prorrogar su vida útil y aliviar su excesiva carga fiscal porque son la segunda fuente de generación de electricidad en nuestro país, la producen sin emitir CO2 y contribuyen a que el precio de la luz sea barato y garantizar el suministro eléctrico.