A The Coca-Cola Company le va mejor que a su principal rival, PepsiCo, en el primer semestre, aunque sus ingresos también se han estancado. Eso sí, ha ganado 2,3 veces más... al subir más los precios, y eso que sólo vende refrescos y no aperitivos.
La multinacional con sede en Atlanta (EEUU), que tiene como vicepresidente y director global de Marketing a Manuel Arroyo y a Ana Botín, presidenta del Banco Santander, entre sus consejeros, ha dado recientemente una alegría a Donald Trump con el cambio de su fórmula en EEUU. Y es que usará azúcar de caña en los refrescos que venda en su país, como hace en Europa, y no jarabe de maíz, pero la gran pregunta es si así remontará en ventas... o no, por lo que habrá que esperar para ver la evolución.
Los ingresos semestrales han ascendido a unos 20.290 millones de euros, en línea con los obtenidos hace un año, y han sido 1,7 veces menores a los de PepsiCo, que se han situado en 34.972 millones (+0,3%). De los 20.290 millones facturados por Coca-Cola, 10.748 millones (+1,4% en términos absolutos y +5% en orgánicos -sin efecto del tipo de cambio ni cambios de perímetro-), gracias a un encarecimiento de precios del 6%, más que a los volúmenes vendidos -1%). Mientras en su gran rival, la subida de precios fue del 4% en el semestre y los volúmenes vendidos descendieron un 1,5%.
Por geografías, las ventas de la multinacional de Atlanta han crecido en todas, excepto en Hispanoamérica (-4%, a 1.361 millones), y también ha obtenido menos ingresos de las embotelladoras -entre las que se encuentra la europacífica CCEP que preside Sol Daurella-, con 1.210 millones (-8%). Eso sí, las ventas en Norteamérica han subido un 3%, a 4.312 millones; seguidas de la región Europa, Oriente Medio y África, con 2.723 millones (+5%); y Asia Pacífico, con 1.348 millones (+3%).
Por su parte, el beneficio neto semestral de Coca-Cola ha subido un 28%, a 6.122 millones, siendo 2,3 veces superior al de PepsiCo (2.665 millones, tras caer un 39%). Sólo entre abril y junio, la denominada ‘chispa de la vida’ disparó su ganancia neta un 58%, a 3.267 millones, gracias a los menores cargos operativos.
Coca-Cola mantiene sus previsiones anuales de ingresos e incrementa ligeramente la del crecimiento del beneficio por acción a un 3%, tras “mantener el rumbo durante el primer semestre” según su presidente y CEO, James Quincey, gracias a “mantener la concentración y la flexibilidad”, frente a un “contexto externo cambiante durante el segundo trimestre”.