Este viernes, la Transición, el viejo PSOE (no el ‘SANCHOE’ actual, sino más moderado y cercano al felipismo y al zapaterismo) y también algún rostro destacado del PP y del empresariado español han acompañado a Maurici Lucena en el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. En dicha cita, el presidente y consejero delegado de AENA ha referido que “tener al fondo TCI (en el accionariado) es un privilegio, nos ha ayudado a hacer las cosas mejor”, ante una pregunta de Hispanidad, y ha añadido que “creo que se fía de AENA”, por lo que no espera que se vaya. Eso sí, Lucena ha callado que a dicho fondo no le gustó y le enfadó que aspirará a vicepresidente de la Generalitat de Cataluña si Salvador Illa llegaba a presidirla.

 

Una cosa es que lo de optar a la vicepresidencia catalana fuera un rumor y otra que lo dijera el propio Lucena, mostrando que estaba dispuesto a dejar el gestor aeroportuario en el peor momento y a cambio de un sueldo inferior. Pero al final, Illa no se hizo con la presidencia de la Generalitat y Lucena tuvo que conformarse con quedarse al frente de AENA, “un puesto complejo por ser de confianza política”, ha recalcado el ex ministro socialista Carlos Solchaga en la presentación de Lucena, al que este último se ha referido como “mi profesor, mi primer jefe profesional y mi íntimo amigo”. Y es que Lucena no es ajeno a la carrera política socialista, que empezó en 2012 cuando fue como número dos de la lista por Barcelona y después se convirtió en secretario del grupo parlamentario catalán, pasando a ser elegido en 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, como presidente y consejero delegado de AENA.

AENA presentó el nuevo plan estratégico, pero ese día bajó un 1,77% y ayer un 2,17%. Lucena ha señalado que “la cotización es compleja y nunca te gusta que baje el día que presentas el plan estratégico, pero bajó menos que nuestros pares, por lo que el plan no fue mal recibido”

Al evento de este viernes han acudido, entre otros, además de Solchaga, varias personas de la política: los exministros felipistas Claudi Aranzadi y Luis Atienza; Eduardo Serra, que estuvo en los gobiernos del socialista Felipe González y del pepero José María Aznar); el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero; los exministro socialistas Pepe Blanco y José Luis Ábalos; el ex secretario de Estado y presidente de Paradores, Pedro Saura; la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera; la secretaria general de Transportes y Movilidad, María José Rallo; o la exministra pepera Fátima Báñez. Claro que tampoco se han perdido la cita Jaime García-Legaz, el que fuera el predecesor de Lucena en AENA; Juan Alfaro, expresidente de Renfe y ahora en Deloitte; o Florentino Pérez, presidente de ACS y del Real Madrid. Y ante tantos invitados políticos, Lucena ha afirmado que “la salida a bolsa en 2015, en la etapa del PP, fue un enorme acierto”, aunque no ha entrado en el modo que llevó al debut bursátil e incluyó infravaloración de la compañía y que se quiere investigar en una comisión en el Senado. Asimismo, ha referido que “hay que agradecer a PSOE y PP el cuidado que han tenido con que la compañía se gestione con criterios empresariales y económicos”, y ha destacado que este verano ha sido muy caótico en muchos aeropuertos europeos, pero no en España por la gestión de AENA y “los ERTE, que se alargaron y ayudaron a retener empleados”. 

Hace unos días, AENA presentó el nuevo plan estratégico del gestor aeroportuario que controla en un 51% el Estado, sin grandes novedades y con objetivos alcanzables que no recibió gran aplauso bursátil: el miércoles bajó un 1,77% y ayer un 2,17%. Ante la pregunta de Hispanidad por dicha reacción, Lucena ha señalado que “la cotización es compleja y nunca te gusta que baje el día que presentas el plan estratégico, pero bajó menos que nuestros pares, por lo que el plan no fue mal recibido”. “Peor fue la recepción del plan estratégico en 2018”, ha añadido, además ha destacado que es un plan “prudente” porque 2023 será un año “crítico por una serie de riesgos (geopolíticos, macroeconómicos -inflación, sobre todo-, falta de personal en aeropuertos europeos y requisitos medioambientales)”. Y es que la meta es ser “más seguros, eficientes, sostenibles, acogedores... creando valor para accionistas, clientes y la sociedad”, para ello apostarán por: una fuerte ola de inversiones en el negocio aeroportuario (entre ellas para ampliar el aeropuerto de Madrid-Barajas, sobre todo, la T4 y T4 satélite (no hay que olvidar que hay está Iberia y que no gustó a muchas aerolíneas que pudiera disponer de toda la T4), y se fusionarán la T1, T2 y T3; pues la ampliación de Barcelona-El Prat la paró el Govern y Lucena no ve posibilidad de que la rescate a corto plazo), reducir la factura energética instalando placas solares, aumentando el negocio comercial (por ejemplo, con la renovación del contrato de ‘duty free’, licitar 300 nuevos locales en retail, cambiar el contrato de rent a car...) y seguir creciendo en internacional viendo oportunidades y si cuadran los precios. Respecto a las tarifas, Lucena ha subrayado que “AENA tiene las tarifas más bajas de Europa”, pero las inversiones se tendrán que notar en las tarifas, aunque seguirán bajas. Además, “la sostenibilidad es irrenunciable” para la compañía.