Simón, que murió casi centenario, el 16 de Mayo de 1265, esperaba la realización de su vocación confiado en una inspiración profética, referida a que personas desconocidas, que vendrían de lejanas tierras, concretarían esa vocación. Se preparó para este acontecimiento del que no tenía duda de que iba a ocurrir, viviendo penitentemente en el hueco del tronco de un árbol (de aquí su sobrenombre de "stock", tronco, árbol). En efecto, la confirmación de su profecía se cumplió cuando los carmelitas –eremitas que vivían en celdillas o en grutas en el monte Carmelo, en Palestina- llegaron a Inglaterra. Con Simón los carmelitas abandonaron su vida eremítica y profesaron la espiritualidad mendicante. Además, a Simón se le apareció la Virgen y le concedió el privilegio del Escapulario del Carmen, según el cual, todo el que lo lleve se salvará.

 

La herencia espiritual más practicable que San Simón Stock ha dejado a los cristianos de hoy es la de que se impongan el Escapulario del Carmen y lo lleven puesto habitualmente.

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Simón Stock).

 

 

                                                                                                          Pilar Riestra