El diácono Lorenzo fue requerido durante la persecución de Valeriano en el siglo III, para que entregase los bienes de la Iglesia. El futuro santo presentó un ingente número de pobres que la Iglesia atendía, como el tesoro de la Iglesia. Indignado el juez, en lugar de decapitarlo, lo hizo quemar a fuego lento sobre una parrilla en la vía Tiburtina. Corría el año 258. Siglos después, el año 1557, el rey español Felipe II, mandó construir El Escorial sobre planta en forma de parrilla, en recuerdo de este santo.
La Iglesia actualiza la enseñanza de San Lorenzo al pedir en la colecta: "Oh Dios, movido por tu amor el Diácono San Lorenzo permaneció fiel a tu servicio y alcanzó la gloria del martirio; concédenos amar lo que él amó y realizar en nuestra vida sus enseñanzas".
(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:
Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.
Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Lorenzo).
Pilar Riestra