Es el santo del desprendimiento; incluso de sus libros de rezos y de las herramientas con las que trabajaba el huerto. Sólo le importaban las cosas de Dios y estar unido al Señor.

 

Dositeo, que vivió en el siglo IV, empezó sirviendo en el ejército, donde se mostró como un soldado aguerrido siempre dispuesto a luchar. Visitó los Santos Lugares y le impresionó pisar la tierra que pisó Cristo y tocar algunas cosas que tocó Cristo. Pero, según una antiquísima biografía, lo que le convirtió radicalmente fue la visión de un cuadro que representaba los tormentos del Infierno. Ingresó en un monasterio en Gaza (Palestina), donde murió.

 

En esta época de especial materialismo y hedonismo, al menos en los países desarrollados, resulta de especial actualidad la espiritualidad de San Dositeo, que vivió desapegado de los bienes materiales y de las comodidades como medio de unirse a Dios.

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Dositeo).

 

 

                                                                                                            Pilar Riestra