Es un santo italiano del siglo V que no fue reconocido por sus padres a pesar de vivir con ellos diecisiete años en su misma casa. Hijo único de un rico y caritativo senador romano, huyó el día de la boda que le había dispuesto su padre. Embarcó hacia Siria y llegó a Edessa (Turquía) donde se dedicó a la oración y a pedir limosna para ayudar a los pobres. Alejo, uno de cuyos motores de su vida era permanecer ignorado, no pudo soportar la fama de santidad que le rodeó y a pesar de llevar ya diecisiete años en Edessa, embarcó para huir a Tarso. Los vientos le llevaron a Roma y Alejo, lleno de cariño, fue a ver a sus padres, ya mayores, que le tomaron por un mendigo y le permitieron vivir en el hueco de la escalera de su casa. Allí vivió otros diecisiete años rezando y mendigando. Un día le encontraron muerto con un pergamino en la mano donde les decía a sus padres quién era.

 

En nuestros días en que tantas cosas se hacen por aparecer en los medios de comunicación y tanto se aprecia el "famoseo", la enseñanza de San Alejo da que pensar.

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Alejo).

 

 

                                                                                                                      Pilar Riestra