Este santo, nacido en una noble familia alemana, ordenado sacerdote y nombrado canónigo de la catedral de Colonia, gracias a la influencia de su familia, tuvo una moción interior de acercamiento definitivo a Dios, con motivo de sus estancia, durante unos días, en el monasterio de los monjes cistercienses de Altancamp. Ingresó en el Cister y al quedar vacante la sede de Osnabrük, fue elegido Obispo. Su comportamiento en la diócesis y su dedicación a los pobres, especialmente a los leprosos, hizo que al día siguiente de su muerte fuera elevado a los altares, si bien sólo cuando años más tarde exhumaron sus restos fue aprobado su culto por la Sagrada Congregación de Ribes. San Adolfo murió en 1224.

 

San Adolfo enseña a los cristianos de nuestros días el amor preferente que hay que tener por las personas más abandonadas de la sociedad: el amigo al que no le van bien las cosas, el enfermo al que nadie va a visitar, el empresario que ha quebrado y está en la ruina,…

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Adolfo).

 

 

                                                                                                                      Pilar Riestra