Ya saben, los okupas son 'vulnerables', pero también aspiran a vivir bien, aunque sea a costa del sufrimiento ajeno. Han pasado diez meses de la DANA que afectó a Valencia, pero la situación de las localidades afectadas sigue siendo desoladora con bajos y viviendas gravemente dañadas por la riada. Y como les contamos en Hispanidad, en muchas de las localidades afectadas, a la tragedia, le sumaban otra preocupación: los amables y vulnerables okupas invaden las viviendas, a pesar del deterioro estructural. 

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En uno de esos edificios precintados por su mal estado en la localidad valenciana de Torrent se ha desatado un incendio este fin de semana. El inmueble, clausurado y precintado desde la DANA, cuenta con informes de arquitectos que recomiendan el derribo "en cuanto los servicios técnicos que corroboren y determinen que la ruina es inminente y existe peligro". En concreto, el edificio, situado en la confluencia de los barrancos del Horteta y del Poyo, está a la espera de los informes técnicos que permitan ejecutar su demolición "urgente".

Pese al mal estado, los okupas, miserables y vulnerables, decidieron meterse en su interior y hasta cuatro dotaciones procedentes tanto de la propia Torrent como del municipio de Catarroja que se desplazaron hasta el incendio tuvieron que rescatarles. Las llamas se originaron en el segundo piso y los bomberos tuvieron que sacar a dos okupas, que fueron trasladados al hospital. 

La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, así como la concejal de Seguridad Ciudadana, Sonia Roca, y miembros del equipo de gobierno han estado presentes desde primera hora junto a los servicios de emergencia, "atendiendo personalmente sus necesidades y siguiendo de cerca las labores de extinción y seguridad".