En la República Democrática del Congo opera un grupo yihadista denominado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculado al grupo terrorista yihadista Estado islámico, responsable de recientes y brutales matanzas de cristianos, como la del pasado 26 de julio, en la que fueron asesinados cerca de cincuenta fieles.
En ese contexto, en la semana del 9 al 16 de agosto, el grupo yihadista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) atacó una serie de poblaciones cristianas en las regiones de Beni y Lubero y mataron a 52 cristianos y secuestraron a más de cien, recoge La Gaceta.
El 'modus operandi' fue brutal: familias enteras degolladas, hogares incendiados y mujeres y niños secuestrados.
En declaraciones a la prensa local, Elie Mbafumoja, funcionario congoleño, explicó: «Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Hace ya once años que la población es víctima de estas masacres. Debemos dialogar con las autoridades a todos los niveles, internacionales, nacionales, provinciales y locales, con el fin de restaurar la paz. Estamos cansados de masacres de todo tipo. Estamos cansados de enterrar a nuestros hermanos. Estamos cansados de estas matanzas».
Y tiene toda la razón y hay que volver a insistir: este genocidio a los cristianos es ignorado en buena parte de medios de comunicación y en muchos países occidentales. Lo cual es totalmente injusto. Un ejemplo: bien está que se hable de las barbaridades de Israel y de Hamas en Gaza. Pero ¿por qué no se le presta la misma atención a estos ataques contra los cristianos?