Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución -incluso genocidio- contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.
El contexto de esta persecución a los cristianos es que ésta está aumentando en los últimos tiempos, tal y como recogen varios informes, como el de Puertas Abiertas, el del Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC); o el de la fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Esta semana, nuestro primer destino es Mozambique, donde los cristianos, desde el año 2017, están siendo perseguidos por grupos radicales musulmanes y yihadistas vinculados al Estado Islámico, con la intención de implantar la sharia (conjunto de leyes islámicas). En esa persecución, han sufrido asesinatos, además de secuestros, violencia sexual y reclutamiento forzado, como recogió Hispanidad.
El grupo yihadista Estado Islámico publicaba recientemente en su semanario oficial, An Naba, que habían asesinado a cinco cristianos cerca del pueblo de Natocoa, en la región de Ancoab, Cabo Delgado, al norte del país, por practicar su fe, recoge La Gaceta.
Tras ejecutar estos asesinatos e invadir las casas de las víctimas, los terroristas emprendieron una gira autopropagandística en cercanas poblaciones musulmanas para difundir la yihad, en la que destacan que el islam es un camino de sacrificio, «penuria, migración, pérdida y vida al aire libre», en el que hay que padecer diversos «costes y dificultades». Todo ello con gran cinismo, claro está, porque a la vez se dedican a asesinar a aquellos que no piensan como ellos o no comparten su misma religión.
Nos vamos a Nigeria, país cuyo contexto es que sufre el terrorismo de las milicias islamistas de los pastores musulmanes fulani o grupos yihadistas como Boko Haram o la facción del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), que se dedican a atacar a los creyentes en Cristo…, ante el ominoso silencio de Occidente.
En declaraciones a Aciprensa, el obispo de Makurdi, Mons. Wilfred Anagbe, ha denunciado que “esto es una yihad. No se trata de choques circunstanciales entre pueblos por la tierra o por los recursos naturales. Es un genocidio planificado”.
El obispo recordaba la reciente matanza perpetrada por islamistas fulani, a mediados de junio en el estado de Benue, de 278 personas, “la mayoría de ellas desplazados internos acogidos por la misión católica local”, como denunció el Santo Padre.
“Esto es una ofensiva sistemática contra comunidades cristianas”, añade el obispo de Makurdi. “Es claramente un genocidio en el estado de Benue, que es 99% cristiano. Es una guerra de conquista. Cuando matan a la gente, nadie puede volver a esas tierras porque las ocupan. Las comunidades son devastadas y expulsadas”, añade, para explicar que tienen la intención de implantar un régimen islámico en toda Nigeria.
En China también hay persecución a los cristianos por parte de la dictadura comunista. Según el informe de ACN sobre libertad religiosa, en el gigante asiático, en abril de 2016, el presidente-dictador de China, Xi Jinping, dirigiéndose a los altos cargos del Partido Comunista en una reunión sobre religión, afirmó que «los grupos religiosos... tienen que adherirse a la dirección del Partido Comunista». Y en la práctica la persecución a los creyentes -también de otras religiones- alcanza diversas formas y grados. Ese es el contexto. Luego vienen los casos y ejemplos.
El último ejemplo lo cuenta CBN y consiste en la prohibición a los misioneros extranjeros, por parte del régimen, de predicar. Además, en las iglesias se han instalado cámaras para controlar las actividades que allí se desarrollan.
El presidente de China Aid, Bob Fu, lo explicó así: “Las cuatro esquinas de la iglesia, incluido el púlpito, tienen que instalar cámaras de reconocimiento facial para monitorear a todos los que asisten al servicio de adoración de la iglesia”.
Y añadió: “Incluso el diezmo y la ofrenda ahora se consideran un servicio religioso extranjero y están criminalizados, especialmente en las iglesias domésticas. Por eso, muchos pastores de iglesias domésticas son arrestados simplemente porque ponen la ofrenda sobre el diezmo, en una caja en la iglesia”.
En la República Democrática del Congo, el pasado sábado 26 de julio, el grupo terrorista yihadista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) -que está asociado con el Estado Islámico- llevó a cabo una matanza de 50 católicos en una iglesia situada en la ciudad de Komanda, a 75 kilometros de Bunia, en región de Ituri. Los fieles se encontraban en el interior de la iglesia, en una vigilia de oración para pedir por las confirmaciones que iban a recibir varios jóvenes al día siguiente, domingo 27.
El Papa León XIV condenó este ataque en un telegrama enviado a la Conferencia Episcopal Congoleña, en el que expresó su “consternación y profunda aflicción” por la masacre. “Esta tragedia nos invita aún más a trabajar por el desarrollo humano integral de la población herida de esta región”, recogió Aciprensa. Asimismo, implora a Dios “para que la sangre de estos mártires sea semilla de paz, de reconciliación, de fraternidad y de amor para todo el pueblo congoleño”.
Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, destacó que este grupo yihadista es una fuerza “que representa prácticamente a la yihad islámica y que se impone mediante la fuerza y la violencia”. Y sobre el atentado, señaló: “Esto representa un problema adicional en una región que ya sufre muchos conflictos de naturaleza étnica, cultural y sociopolítica. Que ahora se sume también el aspecto religioso agrava aún más la situación”, recogió Aciprensa.
Como siempre, urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.