La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, parece estar obsesionada con España, como fiel discípula de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, que también lo estaba.
Pero ambos lo están para exigir a España que pida perdón por la conquista de los territorios que ahora ocupa México, unos territorios en los que hace 500 años vivía una civilización bárbara, como la azteca (y no existía México, por cierto).
Sheinbaum ha vuelto a insistir en que "todavía seguimos esperando respuesta" del Rey Felipe VI a la carta que López Obrador le envió en 2019, pidiéndole eso: que España admita "su responsabilidad histórica" y pida perdón.
Esa exigencia de petición de perdón al rey de España es tan absurda como si ahora, los descendientes de los tlaxcaltecas y totonacas -pueblos masacrados por los aztecas- exigiesen a López Obrador que pida perdón porque los aztecas “nos abrían el pecho y nos sacaban el corazón”.
Y los españoles también podríamos exigir que romanos, suevos, vándalos, alanos, godos, musulmanes, franceses y británicos pidan perdón por haber invadido y arrasado la Península Ibérica, cada uno en su momento.
Es decir, es tan absurdo como si ahora, los españoles exigiésemos al presidente italiano Sergio Mattarella o a la primera mínistra Giorgia Meloni que pidiese perdón por la conquista de la península Ibérica por Roma, acaecida antes de Cristo. O como si los españoles exigiésemos al presidente francés, Emmanuel Macron, que pida perdón porque las tropas napoleónicas arrasaron España a principios del siglo XIX.
También se le podría recordar a Sheimbaum que, admitiendo que hubo errores, España realizó en América una labor civilizadora -no destructora-, al estilo de lo que hicieron los romanos en la Península Ibérica, allá por el año 218 antes de Cristo (finalizó en el año 19 después de Cristo).
Esto último lo ha ejemplificado muy bien el actor y productor mexicano Eduardo Verástegui en varias ocasiones: "Exigimos a España que nos pida perdón por haber construido universidades, hospitales, iglesias y por haberse mezclado con los pueblos originarios y hacerse hermanos de sangre"
Pero el hispanista que mejor lo ha explicado ha sido Marcelo Gullo, como cuando le dijo a Evo Morales: “Usted es presidente porque España aplicó una política de mestizaje", y el expresidente boliviano "se quedó mudo”.
Otro hispanista que también lo está explicando a las mil maravillas, con su obra cinematográfica, es José Luis López Linares, con sus cintas 'España, la primera globalización', o la más reciente 'Hispanoamérica, canto de vida y esperanza'.
Por lo tanto, Sheimbaun, nada por lo que pedir perdón y mucho por lo que dar gracias..., a la Madre Patria.